Conexión con los recuerdos
Cuando nos ponemos una prenda asociada a experiencias felices
anteriores, desencadena los recuerdos positivos que, a su vez, provocan la
recreación de las mismas respuestas emocionales. Como adultos, la ropa se
convierte en nuestra identidad, y actúa como un receptáculo externo para
nuestros recuerdos, nuestros sueños, experiencias y recuerdos que parecen
convertirse en la trama misma del tejido de algunas prendas que vestimos.
La ropa nos influencia y, a su vez, nosotros decidimos y nos reflejamos en
ella. Nuestros pensamientos y sentimientos pueden influir en lo que
llevamos puesto.
Vestuario para sentirnos bien
Estas son algunas recomendaciones de la doctora
Karen Pine sobre cómo lo que llevamos puesto puede
ayudar a mejorar cómo nos sentimos. Estas son
algunas claves sobre cómo vestir para sentirnos bien:
1. Usar nuestro vestido favorito, de buen
corte y confeccionado en una linda tela, nos levanta
el estado de ánimo
2. Una pieza de joyería elaborada puede hacerte
sentir una persona especial, como si llevaras una
insignia o una medalla de honor.
3. Los colores que se encuentran en la naturaleza
(como el azul cielo, el verde de las hojas o el
amarillo del sol), nos conectan con la naturaleza y
nos protegen de las emociones negativas.
4. Los estampados alegres, como lunares o los
abstractos, pueden devolvernos aquellos
sentimientos sin preocupaciones que vivíamos en la
niñez.
5. Prendas que contrasten, por ejemplo, una
chaqueta de cuero sobre un vestido de fiesta o una
prenda formal combinada con otra informal;
pueden ser muy estimulantes para el cerebro, una
mezcla de novedad y sorpresa.
6. La ropa suelta y los zapatos planos permiten
movimientos sin restricciones, libres, que se asocian
con la aventura y los viajes. Las prendas ajustadas y
los tacos altos hacen lo contrario.
7. Las fibras naturales como el lino, el algodón,
la seda y la lana, fomentan nuestra afinidad con
la naturaleza mucho más que las telas sintéticas.
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