EL TAJO DE ROLDÁN
Justo en frente de la costa de Benidorm hay una pequeña isla. Delante de esta
isla, en la península hay la montaña Puig Campana, que se caracteriza porque
le falta un trozo de roca en la cima. Esto no es casualidad, sino que cuenta la
leyenda que en esta isla se produjo una de las historias de amor más bonitas
que existen.
Hace muchos siglos en aquel territorio vivía un gigante llamado Roldán, dueño
de todo el lugar, pero a pesar de ser el señor de aquel sitio, sentía que le faltaba
alguna cosa para completar su existencia, alguna cosa que lo hiciera feliz.
Un día mientras se dirija al mar para darse un chapuzón, vio a una joven que
curiosamente en vez de espantarse al verlo, le sonrió y le ofreció un vaso de
agua. Este acto hizo que Roldán se sintiese realmente feliz. Empezaron una
relación y la joven se fue a vivir en la cabaña del feliz gigante, pero esto no duró
mucho porque un día Roldán se encontró a un extraño sin identidad que le dijo
que su compañera moriría cuando el último rayo de sol abandonara la cabaña.
El gigante se fue corriendo y cuando llegó se encontró a la joven moribunda y
sin tocarla por miedo, arrancó un pedazo de piedra que fue a parar en el mar,
concibiendo a la joven unos minutos más de vida. Pero el sol acabó poniéndose
por completo y la joven murió.
Roldán la cogió en brazos, se adentró en el mar y llego al trozo de piedra que
arrojó instantes antes en el mar, allí dejó a la joven y no regresó nunca más.
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