Mis trabajos de maquetación | Page 5

Dolato Revista de relatos los domingos. Este año 2 febrero 2014 que Y con tara algo c recole o como, tiv nutri mplo, je por e ligo, b un om valía. A veces se me ocurrían cosas interesantes. Pensaba en lo bueno que sería estar ahí metida, en el calor ese, en aquello que me parecía tranquilo y con olor a protección: una mezcla entre pis tocado, detergente que no suena a esa palabra, sino que suena bien, y piel caliente. Cuando pensaba esto me sentía bien, e intuía que entonces nada podría perjudicarme, dentro de las fronteras de mi propia casa, que la construiría allí en la entrepierna, en el rincón salvaje, en la amplitud mental, en el retiro presente. A veces se me ocurría que estar ahí metida era verme verdaderamente, y que solo necesitaría un lugar así para amanecer con una sonrisa, y pasar días con ritmo paseante, con elegancia ajustada, con alegría rizada; y noches de humo fresco de estrella amarilla, de polvo en las sábanas, de elevaciones a las tres de la mañana. El viaje que decidí hacer hasta el lugar fue fácil porque solo tuve que agacharme. Pensar en estar ahí, en ese paraíso de hierba negra y cielo de cuadros de algodón, me hacía relajarme y soñar era fácil. A veces nos atormentamos con demasiados temores, cuando la verdad de uno mismo solo está en casa, donde se desnuda y se desea. Cuando todo es casa, todo es hogar. Cuando nada es casa, nada está vivo. Yo solo quería estar en mí, no en el planeta Wisifredo, y digo este nombre solo porque me suena lejano. A pesar de mi forma humana, decidí empequeñecerme para poder estar ahí metido, ahora soy un tío. Decidí que era la manera en la que quería vivir; porque hacerse pequeña no quiere decirlo mentalmente, esto no es una metáfora. Dios no se mide por el tamaño. Dios no existe, pero no es porque no le veamos. Lo único que me apenaba y asustaba un poco era seguir pensando desde otra perspectiva... ¿Y si no funcionaba? ¿Y si echaba de menos los abrigos? Sabía que ser pequeña en un mundo así, grande, traería sus problemas; pero de todas formas con que se me echara una pequeña mano, valía. Solo tenía que hacer las comidas y con que recolectara algo nutritivo por los alrededores, un ombligo, valía... Bañarme cuando se bañara mi hogar; eso sí, agarrándome bien al manillar... Y dormir cuando mi casa estuviera horizontal... También podr