descubre a los impostores, por eso no debemos someternos a la
mera conformidad que muchas veces esas organizaciones nos pi-
den.
Este es un mundo que necesita un cambio que busque la realiza-
ción de la vida basada en la moral, pero no la moral propuesta por
las organizaciones religiosas, entregadas a la codicia y el afán de
poder, sino una moral basada en la justicia y la verdad.
Porque el hombre del futuro comprenderá que la felicidad es a
través de medios pacíficos como la ciencia y la técnica como se
debe obtener y no mediante la vanidad o la tiranía, y solo cuando
comprenda esto, estará de verdad en condiciones de empezar una
nueva era.
EL CAMINO VERDADERO
Muchas personas desde tiempos inmemoriales se han preguntado
cual es el camino correcto a elegir en filosofía, desde mi punto de
vista el camino correcto es el de la vida digna y la justicia, pues
quien se plantea vivir conforme a estos principios halla la solu-
ción a sus dudas ideológicas, pues la vida recta en búsqueda de la
justicia disipa las tinieblas que confunden la mente. Pues no es
posible tener una sociedad evolucionada si no es profundamente
moral, y no se puede ser moral cuando no se tiene a la justicia
como el principio esencial de la conducta. Porque quien tiene es-
tos principios como eje de su conducta haya con más facilidad la
solución a sus problemas pues la justicia es luz y la luz es cultura
y verdad, y la sociedad del futuro será profundamente moral por-
que únicamente de esta forma podrá ser feliz y encontrar la paz.
Una sociedad que tiene como única expectativa el materialismo y
como único objetivo la obtención de dinero es una sociedad infe-
liz, porque de qué sirve tener dinero si no se tiene alma.
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