lo mismo decir que se es justo que ser justo, decir que se repre-
senta a Dios que representar a Dios, porque no hay lugar más ade-
cuado para que el mal se desarrolle que aquel sitio en donde inge-
nuamente se suponga que no está, es decir en las organizaciones
religiosas. Algún día el hombre comprenderá que no necesita in-
termediarios que le digan cuál es la voluntad de Dios y aprenderá
a buscar la verdad por sí mismo. La persecución llevada a cabo
principalmente por la iglesia católica durante la edad media contra
estos médicos naturalistas privó a Europa de la sabiduría adquiri-
da por ellos durante milenios, en esta situación solo era posible
recibir tratamiento de la medicina que podríamos llamar química,
pero esta medicina basada en los experimentos de laboratorio es-
taba en una fase de desarrollo embrionaria, por lo que se podría
decir que occidente no volvió a tener unos tratamientos médicos
de una calidad semejante a la perdida hasta mediados del siglo
veinte. Solo la historia dirá cuántas fueron las víctimas tanto di-
rectas como indirectas de esa insensata persecución.
EL PROCESO DE ENAMORAMIENTO
A lo largo de la vida la mayoría de las personas atraviesan en al-
guna ocasión por la situación de estar enamorado, tal situación
puede ser una experiencia extraordinaria si ese sentimiento es co-
rrespondido o ser una experiencia terrible si no lo es, hasta el pun-
to de llegar a ser causa de suicidio en algunas ocasiones. ¿Pero
cuantas personas se han preguntado por cuales son los procesos
que ocurren en nuestro cerebro en tal situación? En mi opinión
sería necesario regresar en el tiempo hacia los orígenes de la pro-
pia especie humana, una época en la que conseguir cualquier cosa
resultaba siempre difícil, por este motivo y con el fin de asegurar-
se la supervivencia de la especie, la naturaleza diseñó el llamado
proceso de enamoramiento.
Podría decirse que en el cerebro existe un mecanismo automático
por el cual cuando una persona cree estar ante su pareja ideal y
piensa que tal unión es aceptable o posible entonces entra en ac-
ción el proceso de enamoramiento, en esta situación la persona
queda atrapada en una especie de jaula sicológica por la cual el
cerebro interrumpe el proceso natural de estimulación de tal for-
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