Mis ideas filosóficas | Page 82

ditar y reflexionar sobre el mundo que nos rodea, lo que implica una menor comprensión de las cosas y por lo tanto un peor apro- vechamiento de las circunstancias que la vida nos proporciona. El hombre del futuro será diferente porque se habrá hecho a sí mis- mo a través de su propia reflexión, pues una de las últimas fases del desarrollo humano consistirá en mejorar su propia capacidad de crítica y búsqueda de la auténtica verdad. Porque la vida no tiene que basarse solo en las sensaciones simples que la actividad diaria o los sentidos físicos nos proporcionan, también es impor- tante desarrollarnos como persona mediante nuestro enriqueci- miento interior. Porque en el momento en el que analizamos las cosas sin aceptar imposiciones ideológicas ni prejuicios, empe- zamos a ser conscientes de la verdad que nos rodea y en ese mo- mento empezamos de verdad a ser libres y a participar sin atadu- ras en el diseño del mundo que queremos tener. En el mundo pueden existir grandes verdades, pero también grandes mentiras, por eso nuestro derecho y nuestro deber es aprender a diferenciar- las. El hombre del futuro será profundamente culto pero también profundamente moral, porque el progreso científico y los senti- mientos espirituales no tienen por qué estar en contradicción. Po- dría decirse que una de las formas de definir el progreso es el ca- mino que separa la oscuridad de la luz, por este motivo es necesa- rio detenerse de vez en cuando en la vorágine de la vida diaria pa- ra darse cuenta que viendo el mundo desde la perspectiva de un análisis tranquilo descubrimos que en él se hallan muchas más co- sas de las que se piensa cuando se hace una observación rápida. Pocas cosas hay tan emotivas como comprender el cosmos a tra- vés de la meditación, es lo más parecido que existe a ver el rostro de Dios, porque cuando meditamos nos damos cuenta de nuestra capacidad para modificar el mundo que nos rodea. Podría decirse que la principal diferencia entre un hombre normal y un filósofo es que un hombre normal vive la vida mientras que un filósofo además de vivir piensa la vida, es decir que su mayor satisfacción 82