ser desenterrar sus restos y llevarlos al sitio que corresponda, o
quizás necesite una ceremonia de despedida.
También hay quienes atraen estos seres a las viviendas mediante
el uso de métodos como la tabla güija. Esta tabla es peligrosa
porque a través de ella estos espíritus pueden provocar problemas
a sus habitantes o incluso desencadenar situaciones de posesión.
Es posible que el problema comience cuando se cierra mal la co-
municación y la puerta entre los dos mundos queda abierta. Una
vez iniciada esta situación resulta complicado echar a estos entes
generalmente espíritus de personas degeneradas o criminales que
ven en este contacto una oportunidad para tratar de robar el cuer-
po a su legítimo dueño. Estos entes degenerados tratan de impedir
su expulsión simulando ser demonios, haciendo levitar objetos o
hablando en otras lenguas, pero todas estas cualidades no son
propias solo de seres demoníacos, sino que son cualidades norma-
les en la vida espiritual.
A veces estos seres son atraídos a las viviendas por parte de sectas
demoníacas, estas sectas no son capaces de comprender que el
mal no puede ser nunca un camino rentable, y a la larga terminan
pagando ellos este tipo de comportamientos. Porque es un error
pensar que puedan existir seres cuya única actividad sea hacer el
mal. El mal es un error y una desviación del comportamiento mo-
ral correcto y por ello todos los seres que se adentran por este ca-
mino están destinados a regresar hacia el bien si quieren ser feli-
ces. El demonio solo tiene sentido como personaje simbólico que
representa el comportamiento maléfico, pero nadie puede vivir de
ese comportamiento eternamente, porque dirigirse hacia el mal es
un error y a quien más perjudica es a quien lo utiliza. Elegir la in-
justicia como comportamiento habitual es un grave error, porque
puede provocar un beneficio momentáneo, pero siempre a cambio
de un mal mayor a largo plazo. Ese es el significado de la frase
“pactar con el diablo”. A la larga todos los seres del universo lle-
garán a ser perfectos, cuando comprendan que el bien es el único
camino razonable.
Lo ideal cuando se está en una casa encantada es tratar de com-
prender los motivos por los que estos seres se encuentran en ellas
y no verles como enemigos necesariamente, porque quizás ellos
necesiten nuestra ayuda para poder continuar hacia el más allá.
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