las casas encantadas. Estos espíritus en lugar de reconocer con
humildad que estaban equivocados y ascender hacia el mundo es-
piritual, al contrario tienden a crear la apariencia de un falso cuer-
po mediante la condensación de las partículas de su espíritu, esto
es lo que normalmente se llama espectro o fantasma. La conden-
sación de estas partículas, permite una cierta interacción con la
materia, pero de forma mucho más deficiente que como sería con
un cuerpo humano. Entonces durante un tiempo determinado
permanecen en la vivienda tratando de creer que aún tienen su
cuerpo físico. Cuando alguien va a vivir a esa casa comienzan a
producirse los llamados fenómenos paranormales. Estos fenóme-
nos no son otra cosa que el intento de ese espíritu de echar a los
nuevos inquilinos de una casa que considera suya, entonces co-
mienza un juego del ratón y el gato por el que el espíritu se dedica
a perseguir y asustar de forma continuada a los inquilinos usando
todos los medios a su alcance como tirando objetos, produciendo
ruidos o fingiendo ser un monstruo horrible o un demonio. Estos
fenómenos ocurren generalmente de noche porque los espíritus
poseen muy poca energía en comparación con el cuerpo humano
y durante el día las fuertes radiaciones solares bloquean la débil
energía del espíritu impidiendo su manifestación de forma eviden-
te. Por lo general los inquilinos reaccionan tratando de huir de esa
situación o intentan negar que esta se esté produciendo, en muy
pocas ocasiones se plantean comunicarse con el espectro, para tra-
tar de averiguar por qué está allí, o para hacerle entender que ese
no es su lugar y que tiene que abandonar la vivienda. Porque
cuando más se tiende a huir más se crece la agresividad del espíri-
tu invasor y por ello la mejor solución sería pasar al contraataque
y exigirle que deje de asustar y se vaya. Es como si el miedo au-
mentara su fuerza o su malestar. En algunas ocasiones el espíritu
ocupante de la casa permanece en ella porque cree tener una cuen-
ta pendiente que necesita solucionar, esto puede ocurrir cuando
alguien es víctima de una muerte trágica o es enterrado de forma
anormal en el área de la vivienda muchas veces en secreto, enton-
ces esta alma se niega a marcharse porque considera que es nece-
saria una aclaración respecto a los hechos sucedidos. En este caso
el espíritu trata de dirigir a los nuevos inquilinos hacia la solución
del asunto que a él le implica. En este caso una solución podría
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