debe de buscarla por sí mismo no dejándose llevar por el fácil ar-
gumento de quienes se proclaman guías o contactados, pero tam-
poco por quienes se sirven de la política o la religión con el fin de
acaparar el poder. Porque esos falsos profetas no tienen el valor
de defender sus argumentos reconociendo que tan solo expresan
sus propias opiniones y se sirven de esos subterfugios para conse-
guir una atención que no merecen.
El hombre auténticamente evolucionado será aquel que antes de
aceptar una opinión analizará todas las cosas con imparcialidad
sin tener en cuenta la fama, la trascendencia social, o las atribu-
ciones que esos falsos profetas se hagan así mismos, porque ana-
lizar las cosas con imparcialidad es también una forma de ejercer
la libertad.
En este mundo en el que vivimos, la mayoría de lo que nos cuen-
tan son mentiras, pero las mayores mentiras las cuentan, quienes
dicen protegernos de las mentiras.
LAS SECTAS DESTRUCTIVAS
En la actualidad existen en la sociedad múltiples sectas, todas di-
ferentes pero todas afirmando poseer la verdad, algunas personas
se acercan a ellas buscando un consuelo y guía para sus proble-
mas personales, pero muchacha gente no sabe que algunas de es-
tas sectas son de carácter destructivo es decir incluyen en su dog-
ma la negación a sus adeptos del derecho a disentir imponiéndoles
la aceptación incondicional de todos sus preceptos. Es necesario
señalar que estas organizaciones en realidad son fundadas gene-
ralmente por una o varias personas que únicamente recurren a sus
propias opiniones o a informaciones de otras personas para formar
la ideología de la secta, pero sin aportar ninguna prueba de la ve-
racidad de sus ideas, teniendo como principal objetivo la obten-
ción de dinero o simplemente satisfacer un deseo de poder perso-
nal, pero se impone a los adeptos la aceptación de este personaje
fundador como ser divino y por lo tanto incuestionable, imitando
los métodos de la iglesia católica. No se debe perder nunca el sen-
tido común ni la capacidad de cuestionamiento pues estas organi-
zaciones pretenden convencer a sus seguidores que toda la verdad
está en ellos y todos los errores en los demás.
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