otros libros, o basadas en conclusiones carentes de prueba alguna.
Lo verdaderamente lamentable es que muchas personas les crean
solo por hacer tales afirmaciones y no sean capaces de darse cuen-
ta que la verdad solo se encuentra por un análisis imparcial de las
cosas y no con la fácil solución de creer en quienes se atribuyen
un estatus de profeta, contactado o guía para impresionar a sus
seguidores.
También hay quienes tratan de presentarse como benefactores
afirmando prevenirnos de los supuestos seres extraterrestres malé-
ficos, esta no es más que otra estrategia vil para que no nos demos
cuenta que los verdaderos seres maléficos son ellos, que utilizan
esa estrategia porque hay personas que son más proclives a creer
que de existir seres extraterrestres solo pueden ser malvados, esto
es así porque quienes son mezquinos piensan que los demás tam-
bién lo tienen que ser, y no se dan cuenta que acaban cayendo en
la trampa de su propia vanidad. ¿Es que creen verdaderamente
que una civilización que nos podría llevar un millón de años de
ventaja, no tendría otra cosa que hacer que venir a la tierra con la
intención de molestar a sus habitantes? Eso ocurre porque única-
mente están dispuestos a aceptar seres extraterrestres superiores
en el aspecto tecnológico pero no en el aspecto moral, y eso es
una contradicción. No pretendo afirmar aquí que los extraterres-
tres no puedan estar en nuestro planeta, tampoco pretendo afirmar
que todos los que escriben sobre temas espirituales tengan que ser
impostores, lo que quiero es ante todo concienciar que el hecho de
que alguien se ponga el título de contactado o guía no significa
que sea verdad.
En esta época actual es fácil encontrar multitud de libros en el que
se defiende cualquier idea por disparatada que esta sea y todos
con una gran profusión de supuestos argumentos científicos, pero
al mismo tiempo con grandes contradicciones entre sí, hay que
tener en cuenta que el hecho de que en un libro se presenten su-
puestas pruebas de algo, no significa que ello demuestre su certe-
za, pues es muy frecuente el uso de medias verdades con el fin de
favorecer un punto de vista falso. Porque dentro de un mismo li-
bro o de una misma creencia pueden existir multitud de verdades
pero también multitud de mentiras o verdades modificadas con el
fin de inducir a error a los lectores. Por ello quien busca la verdad
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