Mis ideas filosóficas | Page 66

de un millón de muertos como consecuencia de los bombardeos y las enfermedades, y todo con el fin encubierto de controlar su pe- tróleo. Este es un ejemplo de que también se pueden cometer crí- menes contra la humanidad afirmando luchar por la igualdad ra- cial, pero al mismo tiempo los Estados Unidos dentro de sus fron- teras someten a las minorías raciales a un sistema de castas ne- gando derechos sociales como la sanidad pública o garantizada. Es evidente que el comunismo como modelo económico ha de- mostrado su fracaso, al no querer reconocer las ventajas para la economía de la iniciativa empresarial privada, pero también es cierto que la sociedad occidental vive sumida en un espejismo, al ser incapaces de ver que el modelo económico materialista que se les propone como perfecto es en realidad un sistema injusto que impide la integración social al no garantizar los derechos más bá- sicos. Esto demuestra que una idea puede ser correcta pero no los medios utilizados para conseguirla, pues muchas veces es solo una excusa con la que perpetrar actos ilegítimos que nada tienen que ver con ella y en el caso del racismo el supuesto rechazo que algunos países hacen de él es solo un instrumento para justificar sus campañas imperialistas en otros continentes, afirmando que al no reconocer fronteras raciales se consideran legitimados a inva- dirles o inmiscuirse en sus asuntos internos. Esto es una prueba de que la mejor forma de proteger los derechos de cada raza es preci- samente rechazando el mestizaje y exigiendo derechos de igual- dad a todos los ciudadanos del planeta. El orden lleva hacia la luz y el desorden que implica el mestizaje racial que solo tiene como consecuencia la confusión y el caos, que es precisamente lo que interesa a los especuladores que tratan de destruir los derechos sociales y convertir los ciudadanos en esclavos. Las palabras machismo o feminismo son otro ejemplo similar, pues cada cual entiende su significado de forma diferente, lo cier- to es que con el auge de las mal llamadas “democracias” los par- tidos políticos trataron de conseguir el voto de la mujer colabo- rando en inflar el mito del feminismo y con ello favorecieron la fractura social, pues afirmar que el hombre y la mujer deben rea- lizar en la vida las mismas tareas es una falacia irreal, pues la prueba de ello es que la misma naturaleza los hizo distintos con el fin de aumentar los beneficios que la especialización podía pro- 66