tionen esas leyes básicas, un amplio campo de posibilidades dife-
rentes a los seres que lo habitan, estas leyes de la naturaleza no
son un capricho, pues de no existir un marco estable primordial
no sería posible construir un universo más complejo que permita
progresar hacia la felicidad, lo cual es el verdadero motivo de la
existencia. Normalmente cuando alguien se refiere a la verdad o a
lo divino es a esas leyes a lo que se refiere, pues es lo que queda
como inmutable cuando las dudas resultan aclaradas. En realidad,
en esa construcción del cosmos todos participamos, pues nuestro
espíritu es eterno, pero nuestro grado de acierto dependerá del
modo en el que seamos capaces de comprender esas leyes univer-
sales que son la verdadera definición de Dios.
Cuando un hombre nace, olvida sus recuerdos espirituales de
forma temporal, pero a cambio adquiere los propios de la vida
humana, pues para conseguir una vida más feliz es mejor evitar
que se mezclen los recuerdos de los dos planos, de este modo se
puede vivir cada vida como nueva y por lo tanto más intensamen-
te.
EL ORIGEN DEL HOMBRE
Desde el principio de los tiempos la evolución de las especies ha
tenido como objetivo crear la forma humana. A su vez esta forma
tiene como misión ser el medio más apropiado para que el espíritu
se manifieste en el medio material. Es mediante esa interacción
entre el medio espiritual y el medio material como el espíritu al-
canza su mayor grado de felicidad. Esta es la verdadera razón pa-
ra reencarnarse y motivo más que justificado para crear una forma
tan compleja, porque su finalidad es servir de canal de comunica-
ción y expresión para el espíritu en la materia. De esta forma el
cuerpo humano es como si fuera una representación del espíritu
pero en forma material y tiene que ser capaz de servir como me-
dio de expresión adecuado. Del mismo modo que la energía pura
para ser fuerte necesita mezclarse con la materia si quiere produ-
cir efectos significativos, del mismo modo el espíritu necesita
crear un cuerpo material que le sirva como medio de expresión,
porque el espíritu es principalmente energía y el cuerpo es princi-
palmente materia. Además, en el medio material el espíritu pasa a
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