colaborar con el engaño al negarse a votar o participar en las me-
sas electorales. Se equivocan quienes piensan que el sistema pue-
de ser cambiado desde dentro, pues si se trata de un modelo de-
mocrático falso la única solución es rechazarlo y negarse a parti-
cipar en él, hasta que quienes tienen el poder se den por aludidos,
participar en el juego de los partidos es caer en su engaño. Es evi-
dente que cuando el ladrón es el que hace las leyes no se puede
esperar que haga justicia.
En realidad los sistemas políticos actuales no son más que una
simple imitación de los modelos griegos del siglo V a.C., los par-
tidos de izquierdas dicen preocuparse de los trabajadores pero al
apoyar la inmigración ilegal lo único que hacen es fomentar una
sociedad de esclavos semejante a la amarillista Atenas. Los parti-
dos de derechas no tienen otra obsesión que perpetuar los privile-
gios de los ricos igual que la esclavista Esparta. Ese juego de iz-
quierdas y derechas a la que los partidos quieren llevarnos no es
más que una ficción, pues la verdad es neutral y no se somete a
ningún partido. El mundo necesita un nuevo modo de concebir la
democracia, un sistema por el que las leyes sean elegidas de for-
ma directa por los ciudadanos, solo entonces esta clase de políti-
cos embusteros y ladrones podrán ser erradicados de la sociedad
de forma definitiva.
LA SOCIEDAD ASIMÉTRICA
Hoy en día resulta llamativo ver como la sociedad parece dar cada
vez más importancia a un enfoque asimétrico de la vida, el arte
por ejemplo se expresa cada vez más a través de la deformidad, la
incoherencia y el absurdo, un ejemplo de ello lo tenemos en el
museo Guggenheim de Bilbao, en el que tanto sus supuestas obras
de arte, como la misma arquitectura del edificio, todo ello repre-
senta la asimetría y la deformidad. Esto es el ejemplo de como
una sociedad sin rumbo expresa su definición del arte, o de lo que
cree que es arte. Esta es una sociedad sin Dios, pero no porque
Dios les haya abandonado sino porque ellos le han dado la espal-
da a Dios. ¿No es cierto acaso que en la naturaleza todas las cosas
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