un norteamericano no? Estados Unidos pretende mostrarse ante el
mundo cómo un juez y señor imparcial. ¿Pero cómo se puede
considerar imparcial a quien masacra a un millón de iraquíes de-
jando el país destruido, con el argumento de buscar armas de des-
trucción masiva cuando saben perfectamente que no existen? Por-
que lo que querían realmente era controlar su petróleo y al mismo
tiempo proporcionar armas nucleares a Israel, además de financiar
su ejército, aun sabiendo que este país lleva decenios ocupando
ilegalmente el territorio de palestina. Al final da la impresión de
ser cierta la afirmación de los grupos islamistas de que estamos
asistiendo a una nueva cruzada encubierta, pues la política de Es-
tados Unidos consiste en proporcionar todos los medios necesa-
rios para que Israel robe cada día más territorios al mundo islámi-
co a través de sus asentamientos, y si se declara una guerra tenga
la posibilidad de exterminarlos con sus armas nucleares, es decir
que se puede suponer que Estados Unidos prefiere que sean judíos
antes que musulmanes quienes controlen los territorios considera-
dos de importancia religiosa para los cristianos, pero esto demues-
tra que en cualquier caso su política nada tiene de imparcial y es
fuente continua de conflictos entre el mundo islámico y occidente.
Pero lo más lamentable de todo es que Israel esté utilizando con el
pueblo palestino la misma política de exterminio que los nazis
usaron contra ellos. ¿Es que no aprendieron nada de lo sucedido
en la segunda guerra mundial? Y si no es así ¿Por qué no devuel-
ven la libertad a los territorios ocupados? El mundo occidental
está perdiendo con esta cuestión una gran oportunidad de demos-
trar la libertad y la fraternidad que tanto predica. Es cierto que los
extremistas pretenden imponer al mundo una mentalidad más
propia de la edad de piedra que de los tiempos actuales, pero lo
más triste de todo es que sean aquellos países que se creen la van-
guardia del progreso los que con su crueldad con el mundo islá-
mico estén favoreciendo el auge de este tipo de grupos, están pro-
vocando que los ciudadanos de esos países confundan extremismo
con libertad.
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