MIS HISTORIAS MARRUECAS LIBRO de HISTORIAS MARRUECAS | Page 51

guerra. Se dieron actos de terrorismo...Toque de queda, y el ejército francés patrullaba para evitar los actos vandálicos. Esto lo pude comprobar yo personalmente, en una visita a la ciudad de Port Lyautey. El ambiente de militares en Jeep por sus calles. Actualmente esta ciudad se llama Kenitra. Sin pensarlo, fiándome de este muchacho nos fuimos para la Medina. Comenzamos a callejear por el dédalo de sus estrechas calles, hasta llegar a donde este joven me quería llevar. Cuando ya llevaba un rato comencé a “escamarme” y se lo dije…-Mira yo no puedo perder el autobús. Así que me vuelvo para el centro- y me contestó... -Ya hemos llegado, esperemos un rato-… Llegó un joven musulmán, sin duda amigo de él, charlaron entre ellos y me vuelve a decir que...- Mientras esperamos…. -Vamos a jugar para ganar un dinerito. Sacó el compañero tres cartas y comenzó a entremezclarlas…Y comienzan a jugar entre ellos. Era ese juego que se mezclan, hacen tres posturas bica abajo y deber acertar una…De pronto pisa una carta y me dice: -Yo voy a jugar en esta carta…-Mete tú también-…. Yo ya comencé a darme cuenta, de lo que se traían entre manos....Y me preocupó el tema. ¡¡ Era una trampa ¡!, para que yo cayera y le dije con enfado…-¡Se acabó la espera!. Sin pensarlo más me marche para salir de aquellas callejuelas, que me costó trabajo salir de allí. Llegué por fin a la Plaza de José Antonio, y posterior a la calle Luneta para comprar algunas cosas de regalo para la novia y pude seguir a la Estación de Autobuses, poniéndome en camino para la península. Después de ocurrirme esta triste y desagradable aventura, caí en la cuenta de la tontería que había hecho, de confiar en un desconocido que creí sería soldado como yo. Pero me hace sospechar que no lo era, y el uniforme...El medio para pescar a los incautos... ¡Como yo! Así terminó mi pequeña 51