MIS HISTORIAS MARRUECAS LIBRO de HISTORIAS MARRUECAS | Page 50

Ese día nos comunicaron que podía apuntarme para el Permiso Reglamentario. Los soldados en Marruecos teníamos un permiso durante el año y medio que duraba nuestro Servicio Militar Obligatorio. Solo uno. Tuve la suerte de ser uno de los agraciados para disfrutar de aquel permiso, en aquel verano de 1952. Gracias a que no acepté entrar en un Curso para Cabos que ya estaba anunciado, que querían engancharme. Rápidamente me preparé para salir de Arcila. En un Bus de la “Valenciana” S.A., con dirección Tetuán, para luego tomar un nuevo Bus que me llevara a Ceuta y embarcar en el transbordador para la península, concretamente a la ciudad de Algeciras. Como yo tenía que estar en Tetuán unas horas, para coger un nuevo Autobús, me dirigí a la calle la Luneta. Calle comercial para comprar en las tiendas de los indios, en las que había toda clase de artículos. En esos tiempos esta ciudad era un “paraíso”, de compras, como los productos de plástico, relojes, transistores, plumas estilográficas, máquinas fotográficas, etc. Que por desgracia en España no los teníamos...Y los precios eran verdaderas “gangas”. Estando por allí viendo lo que compraba, coincidí en una tienda con otro joven, también soldado del Cuerpo de Regulares. Comenzamos a charlar sobre el tema y me dice…- ¿Sabes que en La Medina se pueden encontrar de todos estos artículos a bajo precio?.- Parece que los traen de Tánger, porque han roto escaparates en las tiendas de los europeos y los venden allí…Y me dice,...-Si quieres podemos llegarnos, estamos muy cerca. Después me enteré de que jóvenes musulmanes exaltados, motivados por el sentimiento independentista que había por esos años, puesto que habían surgido desmanes con fuerza en el cercano Protectorado Francés. Prácticamente era una 50