fundamentalmente del sector agropecuario, a tal punto que el 72% de la población vive en
municipios con menos de 50.000 habitante, que en la actualidad son cerca de 900
municipios, en los cuales aproximadamente el 55% de los habitantes reside en zonas
rurales.
Se debe iniciar un proceso de productividad agropecuaria, con la restitución de tierras a
sus legítimos dueños, y el encausamiento de los procesos de desarrollo rural con los
verdaderos actores del sector? no podemos empezar a construir este futuro sobre bases
falsas e inciertas. Al campesino y a sus labores, hay que darles consistencia y
perdurabilidad jurídica, para que en adelante sepan a qué atenerse con su desempeño,
señalandoles con precisión cuáles son sus deberes, derechos y obligaciones. Estas
decisiones no deben ser políticas de Gobierno, deben ser políticas de Estado. Ser
campesino en Colombia es sumamente fácil, basta con decirlo.
Por esto valdría la pena proponerse un programa de desarrollo del sector rural y agrícola
que implique no sólo la unión de esfuerzos del Estado y de todos los sectores, sino
también un cambio de mentalidad con relación a la propiedad y explotación de la tierra.
Dentro de los principales cuellos de botella del sector está el volumen de producción y los
esfuerzos individuales que no permiten la inversión de recursos significativos ni una
intervención agresiva en el mercado? se expone además la necesidad de desarrollar
aldeas agrícolas vinculadas a grandes extensiones y con objetivos específicos de
producción, transformación y para obtener un mayor valor agregado a los productos
agrícolas, buscando no sólo el manejo empresarial del sector a todos los niveles, sino
también los mercados internacionales. Aunque los resultados sólo se podrían ver en el
largo plazo, es necesario que el país modifícase su enfoque y sus instrumentos de política
utilizados por varios lustros que, hasta el momento, no han podido crear un sector rural y
agrícola fuerte y que sólo han llevado a la crisis estructural económica y social que se vive.
El objetivo es convertir al productor agrario, pequeño y mediano, en empresarios