que podemos mejorar en nuestra
Orden y aportar ideas y soluciones a
los mismos. Eso fue lo que juramos
frente al ara sagrada. Eso es lo que
se necesita hacer en esta Orden.
Está generación tiene la obligación
de preservar los valores y
postulados originales que llevaron a
esta a Orden al prestigio y al
respeto internacional. No podemos
tener intereses personales o evitar
tener que tomar decisiones difíciles
pero necesarias. La solución no está
en atacar al mensajero, sino en
atacar al problema.
permean en nuestra Orden no
forman parte de los “secretos” de la
Masonería. Tampoco lo son los
pasajes Litúrgicos que promueven la
paz, la justicia y la armonía en
nuestros Talleres. Ejemplo de esto
son las comunicaciones oficiales
que se notifican a través de
nuestros correos electrónicos.
¿Podría un profano tener acceso a
las mismas? Claro que sí. Por error
se puede enviar a una persona que
no era su destinatario. No obstante,
vemos que en las mismas se hacen
llamados a la unión, a la paz y a la
armonía. Se publican frases como
“Seamos hermanos” o “Un Masón
instruido es un mejor Masón”. Yo
creo firmemente en el contenido de
dichos mensajes y me alegro
porque se haga hincapié sobre
dichos valores. No obstante, en los
mismos se esconde una verdad que
unos pocos no desean aceptar o
que se reconoce en silencio. ¿Por
qué hay que hacer un llamado a la
Hermandad? Pues porque podemos
y debemos tener más de ella. ¿Por
qué hay que hacer un llamado a la
Instrucción para ser un mejor
Masón? Porque en nuestra
fraternidad se puede impartir más
Instrucción pues es el conocimiento,
némesis de la ignorancia, el camino
de la Luz Masónica, y su aplicación
en nuestro trato para con los demás.
Eso se podría reconocer
implícitamente en las frases antes
mencionadas y es un hecho del cual
se ha comentado en innumerables
ocasiones.
En una Orden donde se predica la