COMUNICACIÓN DE GNOSIS UNIVERSAL!
MAYO, 2015
procesos administrativos tienen su valor
en la vida masónica, pero estas facetas
no son primordiales, sino simplemente
incidentales. La institución nunca debe
hacerse más importante que los seres
humanos que la componen porque la
salud externa de ella depende de la
salud interna de ellos.
También entendemos que la institución
masónica moderna, diferente a las
anteriores, no ofrece oficialmente
mecanismos para ese trabajo interno,
sino que a través de los siglos se ha
enfocado en la parte administrativa.
Opino que el desequilibrio resultante
debería ser contrapesado oficialmente
con enfoques, programas y esfuerzos
apropiados. Dos de los tres candidatos
a puesto a una Gran Logia que me
visitaron estuvieron de acuerdo que sí
existe tal desequilibrio y que debería
hacerse más en la dirección de
corregirlo. Cuando esa proporción de
un 66% sea reflejada en el sentir de la
masonería general, estaremos en un
puerto más seguro. Si el actual estado
continúa, vaticino que en 10 años la
masonería puertorriqueña estará
sufriendo su peor crisis.
Cuando se llegue allí se habrá pasado
la línea de no regreso; será muy tarde
para atender la situación. Queda por
verse si durante el próximo año los
grandes dignatarios elegidos
comienzan a atender las circunstancias
actuales en este particular.
Esto se debe, como ha sido comentado
en otras reflexiones, que los aspirantes
que tocan a las puertas de nuestras
logias, los futuros venerables maestros
y grandes dignatarios, no son iguales
que los iniciados del pasado. Ellos
vienen de un mundo que se considera
en caos, buscando espacios donde
haya “algo más” como alternativa al
cotidiano vivir en esta jungla social que
!
nos rodea. Procuran el conocimiento
interno que la masonería ha aparentado
ofrecer y sus modelos de aprendizaje
son distintos a los practicados en el
pasado, muchos de estos arcaicos.
Quienes comprenden, afirman e
internalizan el uso de los Mandiles
Blancos representan una fuente de
apoyo imprescindible para la
continuidad de la masonería.
Queda en nuestras manos nuestro
propio futuro masónico.
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