vegetales y frutas, en cambio, promueven una MI
saludable [4]
Nutrición en la mujer embarazada, ¿Impacto
en la salud del hijo?
El hábito de la alimentación balanceada y
saludable antes del embarazo demuestra estar
asociado con una reducción de entre el 24 y el
46% de la diabetes gestacional. La ganancia
inadecuada de peso durante el embarazo se asocia
a un riesgo aumentado para la salud de la madre
y del hijo.
El déficit de macro y/o micronutrientes durante
el embarazo, y el tiempo de duración de este,
puede determinar un incremento en la
morbimortalidad materno-fetal, que se expresa
como recién nacidos con bajo peso al nacer,
prematuros y/o restricción de crecimiento
intrauterino.[4]
Alimentación complementaria en la infancia
A partir del 6to mes, se iniciará la alimentación
complementaria (AC), por lo que se constituirá
una dieta mixta: lactancia y semisólidos o
fórmula y semisólidos.
La obesidad durante los dos primeros años de
vida es considerada como un factor de predicción
para la obesidad en el adulto, y datos recientes
indican que las tendencias ponderales comienzan
a configurarse en una fase temprana de la vida del
niño.
En el caso de madres diabéticas o intolerantes a
la glucosa, los niveles de glucosa materna y fetal
en sangre son más altos, y esto determina un
mayor peso al nacimiento en sus hijos, que tienen
riesgo de desarrollar obesidad e intolerancia a la
glucosa en la vida adulta. Por tanto, una base
genética y el ambiente nutricional intrauterino y
neonatal condicionarán una respuesta hormonal
que será la vía para el desarrollo de la morbilidad
por sobrepeso.
La manipulación del ambiente tanto metabólico
como hormonal en la madre como consecuencia
de un incremento o descenso de la ingesta
dietética al final de la gestación puede actuar
determinando la reducción de la deposición del
tejido adiposo en el feto.
En el caso de madres diabéticas o intolerantes a
la glucosa, los niveles de glucosa materna y fetal
en sangre son más altos, y esto determina un
mayor peso al nacimiento en sus hijos, que tienen
riesgo de desarrollar obesidad e intolerancia a la
glucosa en la edad adulta
La mujer en edad reproductiva y especialmente
la embarazada muestra cifras alarmantes de mal
nutrición por exceso. En estas mujeres se observa
mayor incidencia de aborto, mayor tasa de
fracaso en técnicas de fertilidad y mayor
incidencia de parto prematuro, preeclampsia,
diabetes gestacional, tasa de cesáreas y
macrosomía fetal. Por otra parte, los hijos de
mujeres obesas tienen mayor riesgo de
desarrollar obesidad y secuelas metabólicas
Según reportes, la prevalencia observada de
sobrepeso en mujeres embarazadas es 32% y de
obesidad 21%. Evaluadas seis meses postparto,
las cifras de sobrepeso alcanzan 33,4% y de
obesidad 22,3%. Los valores más llamativos se
observan en la población de mujeres menores de
15 años, que el año 2009 se acercan en conjunto
al 50% de sobrepeso y obesidad.
En términos estrictamente nutricionales, algunos
déficits están presentes pese a la alta ingesta
calórica y se sabe de carencias en antioxidantes,
fierro, vitamina B12 y ácido fólico-
particularmente en pacientes con obesidad
extrema (IMC sobre 40 kg./m2)-, con la
consiguiente necesidad de suplementarlos antes
de la concepción. Las causas de estos déficits son
UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE CUNDINAMARCA
Facultad ciencias de la salud
Bacteriología y Laboratorio Clínico