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Es un hecho que los referentes de los jóvenes no son los mismos que tiempo atrás. Hasta ahora el fenómeno fan se reducía a cantantes, actores y gente relacionada con el arte. Después encontrábamos un grupo llamado socialité que, junto a la distintas casa reales, marcaban tendencia en el ámbito de la moda, los eventos y, en concreto, de las bodas. Ese papel ha sido sustituido por las influencers que sin tener un fandom detrás tienen un poder de influencia mayor y a la vez más sútil, como comenta 1001 Bodas.
El vestido de Chiara Ferragni
Con conocimiento de esta situación, puede observarse un comportamiento de imitación. Sin ir muy lejos, el primer vestido que empleó en su boda Chiara Ferragni, firmado por Dior, ha sido adaptado a distintas marcas y este año tiendas como Pronovias o firmas más pequeñas se ven repletas de vestidos con encaje chantilly en la parte superior y tul en la inferior. Ya tenía sus precedentes este estilo en influencers como Laura Escanes. No obstante, según la firma Nubia Acosta, a las novias les gusta que su vestido sea siempre una pieza única por lo que, si bien muchas se inspiran en los vestidos de las influencers, todas quieren darle un pequeño toque personal que las diferencie.
Kate Middleton
Sin duda la boda de la última década fue la de Kate Middleton con William. Su vestido y todos los detalles fueron una muestra de la elegancia que se mantiene en todos sus estilismos.