Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 73
¨El Misterio de Belicena Villca¨
secreto de la Muerte pues acaba de morir y ya no podrá leer la Llave Kâlachakra. Y es así
como, sin perder un instante, Frya toma la decisión que salvará a Navután y a la Raza blanca:
se transforma en Perdiz y penetra nuevamente en Navután. La Llave Kâlachakra debe dejarla
afuera, puesto que sólo Ella puede existir en el Fondo de Sí Mismo. Frya debe revelar a
Navután el Secreto de la Muerte, no sólo para lograr su resurrección, sino también para que su
Esposo lo comunique a los hombres; de otra manera su inmolación habría sido en vano. Mas
¿cómo exponer a Navután el Secreto de la Muerte sin la Llave Kâlachakra, sin mostrarle ese
instrumento del encadenamiento espiritual, para su comprensión? Y Frya lo decide en
ese instante: como perdiz, danzará el Secreto de la Vida y de la Muerte. Expresará, con la
danza, la Más Alta Sabiduría que le sea posible comprender al hombre mortal desde
Afuera de Sí Mismo.
Y Frya, danzando en el Fondo de Sí Mismo, revela a Navután el Secreto procedente de
Afuera de Sí Mismo. Y Navután lo comprende, se corta el hechizo causado por el Fruto del
Árbol de la Vida y de la Muerte, y resucita nuevamente como inmortal. Y al bajar de su
crucifixión en el Árbol, repara que su cuerpo se ha trasmutado y ahora es de Piedra Pura; y
que puede comprender y expresar la Lengua de los Pájaros. Entonces Navután enseña a los
Atlantes blancos las trece más tres Vrunas mediante la Lengua de los Pájaros y los encamina
a comprender el Signo del Origen, “con lo que obtendrán la Más Alta Sabiduría, serán
inmortales mientras el Espíritu permanece encadenado al animal hombre, y conquistarán la
Eternidad cuando ganen la Batalla contra las Potencias de la Materia y sean libres en el
Origen”.
Hasta aquí resumí, Dr. Siegnagel, la historia de Navután, de acuerdo al relato mítico de los
Atlantes blancos. Es fácil advertir que tenía muchos puntos comunes con la historia evangélica
de Jesús Cristo: ambas historias tratan de un Dios hecho hombre; ambos Dioses nacen de
una Virgen; ambos mueren por crucifixión voluntaria; ambos resucitan; ambos dejan el
testamento de su Sabiduría; ambos forman discípulos a los que revelan la “buena nueva”, que
estos deberán comunicar a sus semejantes; ambos afirman que “el Reino no es de este
Mundo”; etc. Pero es evidente que existen, también, diferencias fundamentales entre ambas
doctrinas. Quizá las más acentuadas sean las siguientes: Navután viene para liberar al
Espíritu del Hombre de su prisión en el Mundo del Dios Creador; el Espíritu es Increado, es
decir, no Creado por el Dios Creador y, por lo tanto, nada de lo que aquí acontece puede
mancillarlo esencialmente y mucho menos afectarlo éticamente; el Espíritu es Inocente y puro
en la Eternidad del Origen; de allí que Navután afirme que el Espíritu Hiperbóreo,
perteneciente a una Raza Guerrera, sólo puede manifestar una actitud de hostilidad esencial
hacia el Mundo del Dios Creador, sólo puede rebelarse ante el Orden Material, sólo puede
dudar de la Realidad del Mundo que constituye el Gran Engaño, sólo puede rechazar como
Falso o Enemigo a todo aquello que no sea producto de Sí Mismo, es decir, del Espíritu, y sólo
puede alentar un único propósito con Sabiduría: abandonar el Mundo del Dios Creador, donde
es esclavo, y regresar al Mundo del Incognoscible, donde será nuevamente un Dios.
Contrariamente, Jesús Cristo viene para salvar al Alma del Hombre del Pecado, de la Falta a
la Ley del Dios Creador; el Alma es Creada por el Dios Creador y debe obedecer ciegamente a
la Ley de su Padre; todo cuanto aquí acontece afecta éticamente al Alma y puede aumentar su
cuota de Pecado; el Alma no es inocente ni pura pues el hombre se halla en este Mundo como
castigo por un Pecado Original cometido por los Padres del Género Humano y hereda, por
consiguiente, el Pecado Original; de allí que Jesús Cristo afirme que el Alma del Hombre, la
creatura más perfecta del Dios Creador, sólo debe manifestar una actitud de amor esencial
hacia el Mundo del Dios Creador, sólo debe aceptar con resignación su puesto en el Orden
Material, sólo debe creer en la Realidad del Mundo, sólo debe aceptar como Verdadero y
Amigo a aquello que prueba venir en Nombre del Dios Creador, y sólo debe alentar un único
propósito con Sabiduría: permanecer en el Mundo del Dios Creador como oveja y ser
pastoreada por Jesús Cristo o los Sacerdotes que lo representen. Ser Dios o ser oveja, ésa
es la cuestión, Dr. Siegnagel.
Según anticipé, cuando la ley imperial del año 392 amenazó considerar “crimen de lesa
majestad” la práctica de los Cultos paganos, hacía tiempo que la Casa de Tharsis había
aceptado el Cristianismo como su religión familiar. Lógicamente, los Señores de Tharsis veían
claramente la marcha de los tiempos, y su única prioridad, desde la destrucción de Tartessos,
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