Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 445
¨El Misterio de Belicena Villca¨
–Pero ¿por qué llevarlo al Asia? Si desconfiaba de Oskar ¿por qué no se deshizo de él en
Alemania? –grité desesperado.
–Ay, Kurt. Lamento tener que darle estas noticias. Sosténgase fuerte, pues lo que va a oír
es impresionante: su Camarada ha sido elegido para ser sacrificado. Sí; no me mire de ese
modo: ¡está confirmado! Aunque todavía es posible evitarlo. El caso es que, en su trayecto
hacia el Lago Kyaring, más allá del Río Azul, Schaeffer habrá de cruzar el Cancel de
Shambalá, el último pórtico antes de llegar a la Puerta de Chang Shambalá. Y dicho
pórtico se halla custodiado hace milenios por una tribu de crueles guardianes, quienes están
dirigidos por los malignos lamas Jafranpa o “lamas del Bonete Kurkuma”, miembros de la
Fraternidad Blanca. En el Tíbet, la verdadera autoridad religiosa no la ejerce el Dalai Lama
sino su instructor de máxima jerarquía en la secta Gelugpa: un Rimpoche, es decir un lama
“precioso”. A los Gelugpa, o “lamas del Bonete Amarillo”, están sometidas todas las demás
agrupaciones lamaístas, incluida la Jafranpa: sólo los Bodhisattvas, los Mahatmas, los
Inmortales, están por arriba de ellos. Los Gelugpa protegen a los lamas del Bonete Kurkuma y
por eso Schaeffer dispone de salvoconductos del Dalai Lama. Sin embargo, tales pases tienen
un valor relativo, pues si bien el poder religioso del Dalai Lama abarca todo el Tíbet, su poder
político está limitado por las fronteras chinas: y El Cancel de Shambalá se encuentra
actualmente en territorio de China.
Los lamas del Bonete Kurkuma son expertos en la Ciencia de la Kâlachakra, o “Rueda del
Tiempo”, la Sabiduría que permite comprender y dominar las conexiones kármicas, rten abel,
y sincronizar la Rueda de la Vida, Bhavachakra o Sridpai Khorlo, con el ritmo de los Planes
de la Fraternidad Blanca. Son, entonces, fervorosos adoradores de los Señores del Karma y
de su jefe, Rigden Jyepo, el Señor de Shambalá, el Rey del Mundo, Jehová Satanás. Ellos
exigen a todo lama peregrino que solicite autorización para franquear el Cancel de Shambalá,
el Yajnavirya, es decir, un sacrificio humano. Como comprenderá, Ernst Schaeffer no dio
ningún motivo para que se lo exceptuara de tal obligación.
En síntesis, Kurt: Oskar Feil fue seleccionado por Ernst Schaeffer para ser entregado
a los Lamas del Bonete Kurkuma. Ellos ofrendarán su vida a Rigden Jyepo mediante el
degollamiento ritual Yah-Sa
Horas después de esta conversación con Konrad Tarstein, mientras viajaba a Renania
para retirar mis pertenencias de Werwelsburg, me miré en un espejo del tren y aún tenía los
ojos inyectados en sangre. Durante la reunión, cuando Tarstein me reveló la muerte que
esperaba a Oskar, hubiese destrozado a Ernst Schaeffer con mis manos, de haber podido
darle alcance en ese momento.
Konrad Tarstein se ocupó de advertirme que no era esa la conducta que la Orden Negra
solicitaba de mí. Todo lo contrario: mis órdenes consistían en localizar la expedición de
Schaeffer lo antes posible e incorporarme a ella sin violencia. Para eso iría munido de las
correspondientes autorizaciones oficiales: un decreto secreto del Führer y un pase del
Reichführer Himmler. Además me acompañarían dos agentes secretos de la . Se trataba de
dos
Hauptsturmführer que asociaban las paradójicas virtudes de poseer, ambos, un
doctorado en leyes, y haberse desempeñado por cinco años en la Gestapo, donde se
convirtieron en asesinos expertos.
Según Tarstein, la mejor Estrategia exigía que Yo me plegase a la expedición y
manifestase allí el Signo del Origen. Tal demostración sería suficiente para hacer fracasar la
Operación Altwesten. Y ello se lograría sin efectuar ninguna maniobra esotérica, sin
emplear ninguna técnica mágica: bastaría el solo acto de mi presencia para que los
Demonios cerrasen la Puerta de Shambalá
Capítulo XXI
El Oberführer Papp, antiguo conocido, me impuso de los detalles de la misión. La partida
sería en cuatro días, pues ya tenían todo listo: víveres, equipos, armas, documentación falsa,
etc. En verdad, recién entonces lo vi con claridad, aquella operación estaba preparada desde
mucho tiempo atrás y, al parecer, sólo dependía de mí para ponerse en ejecución. Vale decir,
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