Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 441

¨El Misterio de Belicena Villca¨ Me observó un largo rato como dudando sobre si debía continuar. Al fin dijo: –Es Ud. la persona que esperábamos desde hace veinte años para encabezar una misión especial. Tan importante, Kurt, tan importante, que tal vez el destino del Tercer Reich y ¿por qué no? el de la Raza Aria dependan de ella. Estaba anonadado por esta revelación y, en mi confusión, pensé ser víctima de una broma. Pero por más que escrutaba el impasible rostro de Konrad Tarstein no hallaba nada que confirmara esta suposición. –Yo... –balbuceé– jamás soñé formar parte de una misión de tal naturaleza. Además no creo merecerla. – ¿Formar parte? –interrumpió Tarstein excitado– ¿formar parte, dice? Ja, Ja, Ja –reía frenéticamente– Ud. no formará parte Kurt, Ud. solo llevará a cabo la misión. ¿Quién más podría hacerlo? –preguntó como para sí mismo. Ya lo sabrá todo Kurt –continuó ahora mirándome a los ojos–. Pero tenga presente que aquí no se trata de elegir. Ni Ud., ni Yo, ni nadie puede elegir porque la elección ya ha sido hecha, en otra esfera de conciencia, en otro Mundo. No nos queda más que afrontar nuestro Destino, que es también el destino de la humanidad, y agradecer por haber sido señalados para tan augusta tarea. Nuestro Dios, Kristos Lúcifer, es el Más Bello Señor, pero también es el Más Intrépido, Padre del Valor; no debemos ni soñar en defraudarlo. –Nada querría Yo más que servir a la patria y a la humanidad –dije atolondradamente– pero es que me sorprende todo lo que dice Ud. No comprendo cómo puedo ser una pieza tan importante en este juego y me abruma la responsabilidad. ¿Cómo vivir sabiendo que en mis manos está el obtener algo que es precioso para el Tercer Reich y la Raza Aria? Yo, como todo Camarada, y más siendo Oficial , estoy dispuesto a morir por nuestras divisas cuando así sea dispuesto pero, a partir de ahora, no desearía vivir con la angustia de fallar antes de tiempo, de no llegar a cumplir. ¿Comprende Tarstein? me aterra el tiempo que falta para el desenlace. Si hay algo tan importante para hacer quisiera realizarlo cuanto antes. –¡¡Pues debería tener paciencia!! –afirmó Tarstein, casi gritando–. Aunque falte un minuto o un siglo Ud. no debe demostrar ninguna alteración ni conducta impropia del Kshatriya. Recuérdelo, es Ud. un Caballero, un Monje Guerrero, debe comportarse en consecuencia. Pronto será Iniciado y luego cumplirá su Destino. Asentí turbado por la merecida reprimenda que recibí de Tarstein. Pero ese día no hablamos más del asunto. Capítulo XX Bueno, Neffe –dijo tío Kurt luego del almuerzo, con los ojos extrañamente brillantes– nos estamos acercando a la parte más importante de mi vida, al momento en que recibí la Iniciación y me fue confiada aquella insólita misión, esa operación que tanto valorizaba Tarstein y que aún me resultaba incomprensible. –En aquel tiempo, con Tarstein de instructor, aprendí mucho. El parecía saberlo todo y Yo solía sentirme avergonzado pues, tras tantos años del NAPOLA, sólo era capaz de seguirlo atentamente en sus exposiciones pero me sentía incompetente para completar por mi cuenta nada de lo que decía. Sin embargo Tarstein acudía a consolarme a su manera paradójica: –No se preocupe Kurt, es sólo confusión, impureza sanguínea. Pero va más a prisa de lo que cree. Pronto lo sabrá todo, despertará y, entonces, si lo desea, podrá dominar tanta Ciencia como el más grande Sabio. Claro que nuestra Ciencia Hiperbórea es una Ciencia maldita para este mundo satánico. Pero eso no debe preocuparle pues el Siddha es realmente uno y no tiene necesidad de nada más que de Sí Mismo. Para la Sabiduría Hiperbórea existen tres clases de hombres. El pasú, que fue concebido por el Demiurgo ordenador de la materia, Jehová Satanás, y que sólo bajo ciertas reservas puede ser considerado “hombre”, siendo más acertado llamarle animal hombre. También está el Virya, que es básicamente un pasú de linaje hiperbóreo, es decir, un pasú que ha mezclado su sangre con un Siddha inmortal, Misterio éste que comprenderá en el transcurso de su instrucción. Los viryas están en mayor o menor medida extraviados o perdidos por la confusión de Sangre y sólo el recuerdo 441