Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 255
¨El Misterio de Belicena Villca¨
real como Johannes Scolvus. En 1477, pues, Quiblón se presenta frente a las costas de
Groenlandia, dispuesto a emplear toda su Ciencia, y su fe en el Creador Uno, para cerrar la
Puerta de Thule: tiene éxito en su misión, y la Fraternidad Blanca, y la judeidad toda,
comprenden que con Quiblón ha llegado a la Tierra uno de los Más Altos Sacerdotes de la
Historia, uno que será capaz de hablar con el Verbo de Metatrón.
La expedición de Scolvus, Colón, no halló a nadie en Groenlandia en 1477. Pero desde
entonces la Puerta de Thule estará nuevamente cerrada. Es un gran Mago Hebreo, quizá
tan grande como Salomón, el que ha llegado hasta las heladas tierras del Norte a cumplir el
Ritual, a pronunciar las Palabras, a expresar los Gestos. Era necesario que así fuera pues
la Puerta fue forzada por un bravo pueblo vikingo, de la más pura sangre hiperbórea, contra
quienes nada puede la magia de los Golen. Pues siempre ha sido así: los Golen han dominado
fácilmente a los celtas, iberos, ligures, vaskos, fenicios, cartagineses, y hasta latinos, pero,
tratándose de germanos, es necesario que los más grandes Maestros de las artes infernales
se ocupen de ellos.
Entiendo, Dr. Siegnagel, que es casi imposible comprender en qué consistía la misión de
Quiblón si no aclaro la naturaleza de ese “cerrar la Puerta de Thule” realizado en
Groenlandia. Sin embargo, lo que corresponde es explicar cómo fue abierta la mencionada
Puerta hacia K´Taagar, o Agartha, y qué otra acción efectuaron los vikingos antes de
partir, acción de guerra que normalmente ejecutan todos los pueblos de Sangre Pura en
situaciones semejantes, y que causó la preocupada reacción de los Demonios de la
Fraternidad Blanca. Desde mañana, entonces, le narraré en pocas palabras la historia de
Nimrod, el Derrotado, un Rey de la Antigüedad que supo abrir la Puerta y golpear al
Enemigo antes de partir: su conocimiento aclarará completamente la cuestión.
Quincuagesimosegundo Día
En el II milenio A.J.C. una invasión trajo a los Hiperbóreos Kassitas a Asiria. Eran oriundos del
Cáucaso y portaban una Piedra de Venus junto al estandarte del águila leontocéfala. El águila
con cabeza de león y alas desplegadas, aprisionaba entre sus garras dos moruecos que eran
el símbolo del Dios Enlil, Jehová Satanás, adorado en la Mesopotamia por todas las tribus,
entre ellas los pastores hamitas o habiros que irían con Abraham a Palestina y Egipto. Este
mismo estandarte sería llevado luego, miles de años más tarde, por otros pueblos “bárbaros”,
también oriundos del Cáucaso, esta vez de Raza germánica, pero entre las garras del águila
ya no se hallarían los moruecos sino el cordero, símbolo de ese Dios de los pastores que
intentaba usurpar la milenaria figura hiperbórea de Kristos Lúcifer.
Los Kassitas venían siguiendo los dictados de su Dios Arquero Kus quien había hecho
pacto con sus Iniciados a fin de que dicho pueblo participara en la Guerra Esencial. En la
Ciudad de Borsippa, al Norte de Nínive, el Rey Nimrod utilizando la técnica numérica de los
Zigurat hizo construir una enorme Torre sobre un vórtice de energía telúrica. He aquí lo que se
pretendía: “atacar la Morada de los Demonios Inmortales”, es decir, Chang Shambalá. Este
propósito, que puede parecer hoy producto de una desenfrenada fantasía, es sin embargo
perfectamente posible y la prueba de ello está en el éxito obtenido por Nimrod cuando su Elite
de guerreros arqueros hizo blanco y derribó a varios de los “Demonios Inmortales”.
En la Antigüedad, cuando la influencia del Kaly Yuga no era tan importante y en algunos
remanentes Atlantes todavía se conservaban los recuerdos de la Sabiduría Hiperbórea y de la
guerra contra el Demiurgo, la tarea de fundar pueblos y ciudades exigía el concurso de
Iniciados especialmente dotados. Lo mismo para la elevación de ídolos o efigies sagradas
cuya utilidad, que no era la mera adoración, hoy se ha olvidado. El elemento más importante
que se tomaba en cuenta para tales fundaciones era la ubicación de las corrientes de
energía telúrica. En segundo lugar figuraban las coordenadas astrológicas a las que, sin
embargo, la ceguera de los hombres suele otorgar preeminencia en algunas Épocas.
Justamente el poderío o supervivencia de alguna ciudad dependen de la correcta situación
geográfica en que se erijan y si, por ejemplo, ciudades como Roma o Jerusalén han durado
milenios es porque están asentadas sobre grandes centros de fuerza. Hace miles de años los
encargados de precisar el lugar de emplazamiento de una ciudad eran llamados cainitas,
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