Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 233
¨El Misterio de Belicena Villca¨
recuerdo hiperbóreo, y las masas acabarían judaizadas, mientras tanto la Raza Sagrada
correría el peligro de ser exterminada. Pero la “amenaza” pronto sería conjurada.
Si existió realmente un peligro efectivo contra los hebreos es algo que habrá que dudar
pues en el siglo V San Benito de Nurcia funda la Orden en la que ingresarán, en masa, los
Golen “cristianos” quienes se abocarán, desde entonces, a la tarea de mediar entre la Iglesia y
la Sinagoga.
Según informé en Días anteriores, las Tablas de la Ley quedaron donde las había
ocultado Salomón y recién fueron halladas por los Golen Templarios en la Edad Media.
Aquellas Tablas han sido hechas por el Demiurgo Jehová Satanás para imitar la acción
fundadora del Gral. Hay que indagar pues, ¿qué fue del Gral, el “modelo” metafísico de las
Tablas?
Al contrario de la pregunta por las Tablas de la Ley, que obligó a referirse a hechos de la
Historia, la cuestión del Gral me llevará al terreno estrictamente esotérico. Pero en primer lugar
conviene aclarar que la pregunta ha sido mal planteada. Ya aclaré que el Gral no debe ser
buscado; agregaré ahora que se trata de un objeto del cual no es posible apropiarse y que, por
lo tanto, debe aún estar donde siempre estuvo. Es un error, pues, tanto “buscar” el Gral como
interrogar: ¿qué ha sido de él? Pero, se preguntará ¿cómo habrá que encarar ese Misterio,
entonces, para obtener algún conocimiento adicional, libre de paradojas? La única manera, a
mi juicio, de avanzar en el conocimiento del Misterio consiste en profundizar las analogías que
ligan a la “función orientadora hacia el Origen” del Gral, función externa, con las “vías secretas
de liberación espiritual” de la Sabiduría Hiperbórea, las que son funciones internas,
“orientadoras hacia el Origen”.
En ese sentido se puede establecer una analogía muy significativa entre la “Piedra Gral”
de la Estrategia Odal y los “lapis oppositionis” empleados en la vía de la “Oposición
Estratégica”.
Ya expliqué, sintéticamente, que la Vía de la Oposición Estratégica consiste en el empleo
de la técnica arquemónica, es decir, en la disposición de un Arquémona o Cerco Estratégico y
de un lapis oppositionis fuera del cerco, en la fenestra infernalis que da al Valplads.
Aplicando la ley del cerco al Arquémona se logra aislar la plaza del Valplads, es decir, se
consigue liberar un área en el Mundo del Demiurgo. Pero ello no es suficiente: es necesario
que los Iniciados se desincronicen del Tiempo del Mundo y generen un tiempo propio, inverso,
que les permita dirigirse hacia el Origen. Para ello practican la Oposición Estratégica
contra los lapis oppositionis, que se encuentran situados sobre una Runa en el
Valplads, frente a la fenestra infernalis.
Me toca ahora aproximarme al Mayor Secreto, aquel que explica el método empleado por
los Dioses para mantener, permanentemente, eternamente si se quiere, el Gral en el Mundo.
Comenzaré por indagar lo siguiente: ¿cuál es la Residencia de los Dioses Leales? Se puede
partir de una respuesta conocida, que Yo he repetido muchas veces: los Dioses residen en
K'Taagar, en el Valhala de Agartha. Tal respuesta es correcta, pero insuficiente pues cabría
preguntar a su vez ¿qué es el Valhala? ¿dónde se encuentra? Frente a estos interrogantes
pueden adoptarse dos criterios: uno, recurrir a elementos de la mitología nórdica y decir, por
ejemplo, que “en lo alto del Fresno Iggdrasill se encuentra el Valhala, sitio adónde van a residir
los guerreros muertos en combate, regido por Wothan, etc.” Y un segundo criterio, que me
parece más acertado, consistente en despojar a las respuestas de adornos folklóricos y
expresarlas con símbolos de la Sabiduría Hiperbórea, los que podrán ser fácilmente
interpretados mediante analogías.
Con este criterio es posible afirmar inmediatamente que el Valhala es la plaza liberada
por los Dioses (o Ases) en algún lugar del Universo de El Uno. Esta plaza, naturalmente,
tiene las dimensiones de un país y se halla totalmente fortificada. En ella habitan los Señores
de Venus y muchísimos Dioses y Walkirias, quienes se preparan permanentemente para la
lucha mientras aguardan el fin del Kaly Yuga y el despertar de los Espíritus cautivos. Sus
incontables Dioses guerreros, inmortalizados con sus cuerpos de vajra forman en las filas del
Wildes Heer, el ejército furioso de Wothan, y vigilan las murallas del Valhala, aunque el
Enemigo jamás se atrevería ante tan temible guarnición hiperbórea.
Los Dioses han liberado la plaza fuerte del Valhala aplicando, con Sus Poderosas
Voluntades, la ley del cerco a las murallas de piedra. La conquista del tiempo propio que reina
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