Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 218
¨El Misterio de Belicena Villca¨
El análisis epistemológico sobre el modo como el hombre establece una ley de la
naturaleza ha de llevar fatalmente a la conclusión de que sería imposible que el principio del
cerco fuese localizado en el mundo como propiedad de los entes y pudiese ser formulado en
un lenguaje sociocultural. Por el contrario, lo que puede ocurrir, en todo caso, es que el
principio del cerco sea proyectado, consciente o inconscientemente, sobre un fenómeno y sea
luego descubierto en él como relación eminente entre cualidades; naturalmente, dependerá del
tipo de fenómeno representado la complejidad con la que el principio del cerco sea
empíricamente reconocido e introyectado en la estructura psíquica.
En resumen, el “principio del cerco”, descubierto a la conciencia por el mensaje de los
Dioses Leales, es también un principio matemático y como tal intervendrá “a priori” en toda
percepción fenoménica. Los números naturales (que están en la mente) permiten “contar”
(uno, dos) las mitades de esa manzana (que está en el mundo). El principio del cerco (que
está en la mente) permite aplicar la “ley del cerco” sobre ese fenómeno (que está en el
mundo). He recorrido un largo camino para arribar a esta conclusión. La expresaré ahora de
manera general: el principio del cerco hará posible la determinación de la ley del cerco en
todo fenómeno y en cualquier relación entre fenómenos.
Pero el principio del cerco es, generalmente, inconsciente y sólo quienes logran oír el
mensaje de los Dioses Leales pueden incorporarlo a la esfera consciente. Y sólo ellos, los
hombres despiertos, serán capaces de aplicar la ley del cerco en una Estrategia guerrera que
asegure el Regreso al Origen.
Antes mencioné la solución de Navután al Misterio del Laberinto y dije que ella incluye
el empleo de las Vrunas y el principio del cerco. Ahora agregaré que dicha solución,
denominada Tirodinguiburr, se traduce en la técnica arquemónica de la Sabiduría
Hiperbórea. Tal técnica, que es imprescindible dominar en el “modo de vida estratégico”,
permite definir en el Universo un “Cerco estratégico”, al que me referí los Días Tercero y
Trigesimosexto. Pues bien, según la Sabiduría Hiperbórea, todo Cerco estratégico es
técnicamente un “Arquémona” o “Cerco infinito”. Con otras palabras, el hombre despierto
descubre el principio del cerco y lo proyecta en el Mundo: ello no es suficiente para
constituir un Cerco estratégico; el principio del cerco es un principio matemático y, por lo
tanto, es un elemento arquetípico, es decir, creado por El Uno: mal podría utilizarse un
elemento creado por El Uno para intentar aislarse de la Estrategia de El Uno; hay que
modificar, pues, la ley del cerco para obtener el efecto aislador deseado; ¿en qué forma?
indeterminando o convirtiendo en infinito el cerco real; ello se consigue con el empleo de las
Vrunas Increadas: la inclusión de la Vruna Increada en la ley del cerco produce el “Cerco
estratégico”, el Cerco infinito dentro del cual es posible practicar el modo de vida
estratégico y desarrollar una Estrategia de Regreso al Origen.
La Vía de la Oposición Estratégica es aplicable por todo hombre despierto que disponga
de un Cerco estratégico y de un lapis oppositionis. Este último elemento es sólo una Piedra
de Oposición, es decir, una Piedra que representa a El Uno y contra la cual se realiza la
oposición estratégica que permite aproximarse, inversamente, al Origen. El lapis
oppositionis se sitúa fuera del Arquémona, frente al punto infinito del Cerco estratégico:
cuando el Iniciado Hiperbóreo efectúa la oposición estratégica, el interior del Arquémona se
convierte en una plaza liberada, con un Espacio y un Tiempo propios, independientes del
espacio-tiempo del Universo Creado; así aislado, sin abandonar en ningún momento la
oposición estratégica, el Iniciado avanza sin obstáculo hacia el Origen, sale del Laberinto, se
libera de la prisión material.
Aclararé el significado etimológico de la palabra Arquémona y el sentido filosófico que
denota en la Sabiduría Hiperbórea. Arquémona, ante todo, es una palabra compuesta por dos
vocablos griegos, arke, principio y monas, unidad. La Iniciación por la técnica arquemónica
permite arribar a un principio único de la psique, es decir, a la individuación egoica del
Selbst, desde donde es factible experimentar la posibilidad absoluta del Espíritu en el Origen:
tal es el sentido hiperbóreo del Arquémona.
Para los Hombres de Piedra, Iniciados Hiperbóreos de la Casa de Tharsis, el “mundo” en
el cual ocurre la vida cotidiana es simplemente un “campo de batalla”, una Palestra ocupada
por enemigos mortales a los que se debe combatir sin tregua pues ellos “cortan el camino de
Regreso al Origen”, “obstruyen la retirada” y pretenden “reducir al hombre a la más vil
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