Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 158
¨El Misterio de Belicena Villca¨
Sepher Icheh. A esa escultura la instalaréis en el Convento de Nuestra Señora de la Rábida,
pero de inmediato os abocaréis a la tarea de propiciar la edificación cercana de un gran
santuario dedicado a la Virgen de la Cinta: el mismo deberá albergar a una Hermandad de
marinos y propietarios de Naos, quienes solicitarán su protección y se congregarán en torno
de su Culto. El sitio ideal será un cerro cercano al Mar, desde donde se divise la ría del Odiel,
la Ciudad de Huelva, Palos, La Rábida y Moguer. Y la imagen que allí se adorará, será muy
semejante a la que ha visto el monje escultor, pero dotada de mayores atributos sagrados: la
Gran Madre Binah exhibirá en su mano izquierda la Ciñuela, es decir, la Granada ácida de la
Vida Cálida, partida en forma de vulva y mostrando por su abertura los granos de las Semillas
de Barro; con la mano derecha sostendrá al Messiah, quien aparecerá completamente
desnudo salvo sus pies, que tendrá cubiertos con borceguíes para disimular la renguera de
Dionisio. La mano izquierda del Niño Divino estará dirigida hacia la Granada, mientras con la
derecha sostendrá la cinta sephirótica, el cordel con las diez medidas del Universo, el
símbolo de los navegantes de ultramar. Pero en el vestido de la Madre de Dios, bien visible y
contrastado, deben estar las letras hebreas del Nombre de Quiblón, S.A.M., es decir, Samekh,
Aleph, y Mem. Por último, sobre la imagen de la Virgen de la Cinta, retrataréis a dos de los
Seraphim Nephilim, sosteniendo con sus manos el Símbolo Céltico de la Llave Kâlachakra.
Haréis también otras imágenes y esculturas inspiradas en las recientes descripciones.
Pero tened presente que, en todo caso, al Niño Messiah se lo debe despojar del sacrílego libro
que ostenta el Niño de Piedra de la Virgen de Agartha, el Libro de la Sabiduría Hiperbórea: en
su lugar, pondréis una sphaera orbis terrae, como símbolo del Poder Universal que el Rey
Messiah alcanzará en el Reino de Israel Shekhinah. Parecidas a ésta, pues, serán las
imágenes y esculturas que distribuiréis en todos los sitios que fuesen necesarios.
Y ahora, ¡atención, Sacerdotes!, pues Os profetizaremos por última vez. Oíd este Mensaje,
que se cumplirá en cualquier tiempo y lugar porque es Palabra de YHVH:
Dice YHVH Sebaoth: Vendrán días de Gloria para el Pueblo Elegido. Yo descenderé,
Shekhinah, sobre él y Reinaré, en medio del Holocausto de Fuego en que se consumirán
los impíos. Y en esos días, cuando la Gloria, y la Victoria, de Israel estén cercanas, Yo
enviaré una señal inequívoca de que la hora ha llegado: Esa Señal será la caída de
Granada, la Mansión de los Judíos. En verdad siempre será Granada la que marque esta
hora. Granada, que estará entonces poseída por un Reino decadente, será conquistada
por un naciente Imperio. Se ofrendará después el Triple Holocausto de Pueblos
Gentiles; y luego Yo bajaré; y comenzará la Gloria y la Victoria de Israel. Quiblón, cuya
Voz cierra la Puerta de los Infiernos y abre la Puerta de los Cielos, me ofrendará el Triple
Holocausto y me Anunciará, y Anunciará así La Hora de Israel.
–¡Alegraos, Sacerdotes de YHVH Sebaoth, que hoy la Estirpe de Tharsis ha sido
exterminada y Nosotros os Anunciaremos la próxima Shekhinah! ¡Cumplid, cumplid con
firmeza y exactitud nuestras órdenes, y pronto vendrá Quiblón para recibir el Verbo de
Metatrón y celebrar el Triple Holocausto aguardado por YHVH! ¡Que la Victoria Netsah de
YHVH Sebaoth os acompañe! –saludó Birsa.
–¡Y que la Gloria Hod de Elohim Sebaoth corone vuestros esfuerzos! –se despidió Bera.
Al día siguiente, los Inmortales habían partido hacia Shambalá, dejando a los cuatro
Sacerdotes sumidos en sombrías cavilaciones. Desde luego, la diabólica arrogancia de Bera y
Birsa se habría aplacado un tanto si hubiesen sospechado siquiera que aún existían Señores
de Tharsis con vida y que la Estirpe Condenada, como el Ave Fénix, renacería de sus propias
cenizas en la Casa de Tharsis.
Trigesimotercer Día
Estimado Dr. Siegnagel:
Espero tenga Ud. paciencia y tiempo suficientes para continuar leyendo. Quizás esta carta se
ha extendido demasiado, pero no me ha sido posible abreviar más, pues corro el riesgo de
oscurecer el mensaje que, justamente, le quiero revelar con su lectura. De cierto, que me he
limitado a mencionar sólo los hechos más salientes de la compleja historia de la Casa de
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