Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 156

¨El Misterio de Belicena Villca¨ Trigesimosegundo Día Inmediatamente, Bera agregó lo siguiente: –Durante milenios, en el Continente hundido de la Atlántida, que los Gentiles jamás deben saber que existió, los Sacerdotes de El Uno lucharon contra el efecto hostil que la Piedra Fría causaba en el Alma de los hombres de barro. Se procuraba, por diversos medios, que el Espíritu Increado, encadenado al Alma por la Piedra Fría, olvidase su Origen, más allá del Ein Sof. Y los resultados fueron alentadores pues, finalmente, la sangre de los hombres de barro se había degradado de tal modo, que el Espíritu Increado era incapaz de orientarse hacia la Piedra Fría que le revelaría su Origen Divino. Hubo entonces una Edad de Oro Cultural, en la que otro Pueblo Elegido, semejante a Israel, instauró la Sinarquía Universal y se preparaba para el Reino de la Shekhinah. Fue en ese momento que algunos Hombres de Piedra, que escaparon al exterminio a que los sometían los Sacerdotes y los Seraphines Nephilim, consiguieron atraer en su ayuda a otros Serafines, llamados “Hiperbóreos”, quienes ingresaron al Universo Creado a través de la esfera de Venus. El más terrible de esos Serafines fue el conocido como Lúcifer, Phósphoro, o Héspero, ya que, enfrentando a todas las Legiones Celestes de YHVH Sebaoth, se precipitó a la Tierra para legar su propia Corona al Espíritu, encadenado en los hombres de barro. Dejó aquí, pues, la Maldita Gema del Gral, que tiene el Poder de impedir que el Espíritu olvide su Origen. Hecho esto, regresó por donde había venido, pero dejando tras de sí los gérmenes fertilizados de las Estirpes luciféricas contra las que aún combatimos, en todo semejantes a la Casa de Tharsis que acabamos de exterminar. Y serían esas Estirpes condenadas por YHVH, especialmente las surgidas de la Raza Blanca, las que ya no olvidarían el Origen, las que se propondrían germinar la Semilla de Piedra en todos los hombres de barro, las que desatarían la rebelión contra la Ley de YHVH y el odio a la Creación. Y así fue como se llegó inevitablemente a la Batalla de la Atlántida, que finalizó con una catástrofe planetaria. Sin embargo, el mayor Mal todavía no había ocurrido: éste sobrevino por causa de Lúcifer y de esa Mujer, La Intrusa Ama que fue capaz de ingresar en la esfera de Venus y obtener el Secreto de las Semillas de Piedra. Sí Sacerdotes: el Serafín Lúcifer entregó a La Intrusa la Espiga de las Semillas de Piedra, que hasta entonces sólo poseían los Seraphim Nephilim. Y a su regreso el Mayor Mal se abatió sobre los hombres de barro, pues La Intrusa eligió a los más valientes y comenzó a plantar en sus corazones la Semilla de Piedra que apaga el Fuego Caliente de la Pasión Animal, el Amor de la Gran Madre Binah: cada Semilla de Piedra sería un Guerrero Sabio, un Hombre de Piedra situado fuera de la Ley de YHVH, en lugar del hombre idéntico a Metatrón que estaba destinado a ser al Final del Tiempo. Con su acto incalificable, La Intrusa, La Virgen de Agartha, ofendió profundamente a la Gran Madre Binah, a quien arrebató el Amor de numerosos Hijos: por eso es que se debe purificar esta tierra de Huelva, que por tantos siglos ha estado dedicada a su Culto Impío. Sólo así descenderá la Shekhinah en Rus Baal Ella, Sacerdotes, es Nuestro Más Poderoso Enemigo, su Mal está por encima de todos los males; su Hostilidad hacia la Creación, supera a la de cualquier Hombre de Piedra; su Valor para enfrentar a El Uno sobrepasa al del Guerrero Sabio más valiente: frente a Ella, y a su Misterio Infinito, todos tiemblan de Terror; y tras el Terror y la Muerte, sólo sobreviven los Espíritus Increados, que son de su misma esencia Hiperbórea. Ella regresó de Venus, portando la Espiga de las Semillas de Piedra y trayendo en su vientre al Demonio de la Guerra, a Navután, su Hijo Increado. Todo fue una conjura del Serafín Lúcifer: Él quiso que Ama tuviese un Hijo de Piedra, un Hijo que se pusiese al frente de la Raza Blanca y fundase para sus miembros un Misterio; y que los Iniciados en ese Misterio adquiriesen la Inmortalidad y recibiesen en su Corazón la Semilla de Piedra de la Virgen de Agartha. –¡Mirad el Sepher Icheh! –ordenó Bera, a quien esta parte de la Historia producía una extraña mezcla de Odio y Terror–. Aquí se auto-crucificó Navután, –señalaba las ramas que iban desde el tronco hasta las Granadas Hoesed y Din–. El As estuvo sujeto del Brazo Derecho y del Brazo Izquierdo del Santo Anciano, bajo su Gran Rostro y sin advertir que la Piedra de Fuego, Aben Esch, pendía sobre su cabeza. Nueve noches agonizó en la Cruz de Rimmón hasta que Frya, un Demonio Femenino tan terrible como Ama, salió de su ojo y averiguó el Secreto de la Muerte. Mas, para poder revelarlo a Navután, que acababa de morir, 156