Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 154
¨El Misterio de Belicena Villca¨
un verdadero Reino, aunque lo haya parecido, ni ha existido un verdadero Rey, fuera del
Pueblo Elegido: por eso el Nombre Melquisedec, del Supremo Sacerdote de nuestra Orden,
significa en realidad “El que destrona a los Reyes” y no “El Rey de Sedec” como hemos
hecho creer a los Gentiles. Melquisedec, y los que pertenecemos a su Orden, hemos de
destruir todo falso Reino y todo falso Rey antes de que se reproduzca en la Tierra el verdadero
Reino de YHVH, Malkhouth, con el Gobierno Mundial del Pueblo Elegido.
Sin embargo, Sacerdotes, el Plan de Dios ha sido trastornado y ahora será necesario
sacrificar a los hombres de barro en un Holocausto de Fuego, al Final del Tiempo, justamente
cuando el Templo esté levantado y el Reino se realice en la Shekhinah de Israel: como Os
aseguramos, la Piedra de Fuego deberá ser lavada con lejía para borrar su Señal Abominable.
La Piedra de Fuego, que era un Arquetipo Puro al Principio del Tiempo, se multiplicó, sin
perder su singularidad en El Uno que caracteriza a todos los Sephiroth: y cada Piedra de
Fuego, idéntica a la del Principio, era un Alma que alcanzaría la perfección al Final, al ser
como todas Una con El Uno; el hombre de barro llegaría así a ser Piedra de Fuego, semejante
a Metatrón: para ello sólo debería cumplir la Ley y desplazarse en el Tiempo hacia el Final,
donde estaba la Perfección. Pero he aquí que Ellos, los Seraphim Nephilim, creadores de la
Fraternidad Blanca, grabaron el Signo Abominable en la Piedra de Fuego sobre la que cada
Alma de los hombres de barro se asienta. Y el Signo Abominable enfrió la Piedra de Fuego,
Aben Esch, y la quitó del Final. Entonces, Sacerdotes, la Piedra que debe ser lavada con
lejía al Final, es la Piedra Fría que no tendría que estar donde está, porque no fue puesta
al Principio por el Creador Uno.
Piedra Maldita, Piedra de Escándalo, Semilla de Piedra: Ellos la plantaron después del
Principio en el Alma del hombre de barro y ahora se halla en el Principio. El Tiempo es el
constante fluir de la Conciencia de El Uno: entre el Principio y el Final del Tiempo está la
Creación; y al Final del Tiempo está la Perfección del Alma como Piedra de Fuego. Es la
Voluntad de YHVH que el Alma alcance la Perfección Final según el modelo de Metatrón. Pero
ahora el Alma no puede ver a la Piedra Fría que lleva hundida en su seno. No la percibe
hasta que ella se atraviesa en su camino y se convierte en Piedra de Tropiezo para el Alma, en
Obstáculo Insalvable para alcanzar el Bien de la Perfección Final. Sin la Semilla de Piedra en
el Alma del hombre de barro no habría habido Mal ni Odio hacia la Creación, la evolución se
hubiese realizado por la Fuerza del Amor al creador, la Perfección Final hubiera estado
asegurada para toda Alma Creada: ahora ese Plan de YHVH será imposible de cumplir, y el
Juicio Din del Anciano de los Días determina que sólo quienes alcancen el Bien de la
Perfección Final, en cualquier Tiempo, lleguen vivos al Final del Tiempo; en cambio los
contaminados por el Mal, los hombres de barro cuyas almas incuben, aún sin saberlo, la
Semilla de Piedra, serán disueltos y transformados en lejía, para lavar con ella el Signo
Abominable en la Piedra de Fuego.
–Sí, Sacerdotes: –continuó Birsa– Ehyeh creó todos los seres, incluida la Piedra. A ella la
extrajo del Fuego Caliente y por eso la designó como “Piedra de Fuego”. Y puso a todos los
Seres Creados en el Devenir del Tiempo, que es el Fluir de Su Conciencia: porque antes del
Principio no existía nada creado salvo el inefable Ser Supremo. El Espíritu de El Uno salió al
Principio del Ein Sof, el Infinito Actual, que representa la nada para todas las Almas creadas.
Así El Uno, que surgió también de esa nada, sacó de ella los Seres Creados, el primero de los
cuales fue el Fuego Caliente, creado el primer Día: dio así Principio al Tiempo. El Alma del
hombre de barro, creada luego, comenzó a evolucionar desde entonces, en dirección a la
Perfección Final. Mas esa evolución era muy lenta. Para acelerarla vinieron los Seraphim
Nephilim con el consentimiento de El Uno; también surgieron de Ein Sof: a tales Ángeles,
nuestros enemigos denominan “Dioses Traidores”. Lo cierto es que Ellos extrajeron de la nada
el Abominable Signo No creado y lo grabaron en la Piedra Caliente: y ese fue el Origen del
Mal. La Piedra Señalada se transformó por ese Signo en “Piedra Fría” y se trasladó
instantáneamente al Principio del Tiempo, retrocedió a la nada inicial para sostener una
existencia abominable fuera del Tiempo. De entre los Seres creados, de entre las Piedras
Creadas, la Piedra Fría rechazó el Orden de la Creación, se rebeló a la Voluntad de El Uno y
se declaró Enemiga de la Creación. Quienes habían introducido el Signo No Creado en el
Mundo, plantaron la Piedra Fría en el Alma del Hombre como Semilla de Piedra, para que
creciese, madurase y fructificase, para que la fuerza de su desarrollo elevase al Alma
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