Mi primera revista sterio de Belicena Villca editorial de la cas | Page 151

¨El Misterio de Belicena Villca¨ inclinado hacia la izquierda, quizá para dejar que el Niño Divino ocupase el centro de la escena. El Niño, por su parte, miraba de frente y bendecía lo observado con un gesto de la mano derecha, en tanto que en la izquierda sostenía una sphaera orbis terrae. Ambos, la Madre y el Niño, estaban coronados: la Madre lucía Corona de Reina, que el imaginero anotaba, debía construirse de oro puro; y el Niño tenía sobre un aro de plata en halo, tres flores de almendro separadas proporcionalmente: del sexto pétalo de cada flor, brotaban nueve rayos, símbolo de los Nueve Poderes del Messiah. A los pies de la Virgen, diversos símbolos, como caracoles y peces, indicaban la naturaleza marina de la advocación: Ella misma se hallaba posada sobre las olas. –Hasta cierto punto confiaremos en vos, aunque igualmente seréis vigilado –amenazó Birsa, luego de examinar el bosquejo–. Nos agrada lo que habéis visto y lo que pensáis hacer. ¡Sois afortunado, Siervo de Dios! Ahora retiraos a vuestra celda, que mucho tenéis para orar y meditar. Momentos después estaban nuevamente los seis reunidos frente al Sepher Icheh. –¿Qué es lo que vio el monje, Oh Inmortales? De cierto que no ha sido esta figura de la página lamed, –preguntó el Abad de Claraval. –De cierto que no, –respondió Birsa– Bera ha hecho comer al escultor un grano de este fruto –y señaló la granada Binah. –En efecto; –confirmó Bera– hemos permitido al monje asomarse al Séptimo Cielo, al Palacio donde mora el Messiah, en los amorosos brazos de su Madre Binah. Y él ha visto a la Madre y al Messiah, a la Pareja Divina de los Aspectos de YHVH que rigen el Séptimo Cielo: la Madre Binah, derramando la Inteligencia creadora de YHVH Elohim con el Fuego Caliente de Su Amor; y el Soplo de YHVH que es el Alma del Messiah, el Niño cuya Forma es la de Metatrón, cuya cabalgadura es Araboth, las nubes, cuya ronda se realiza sobre las aguas de Avir, el Éter, y cuya Manifestación es la Shekhinah, el Descenso de YHVH en el Reino. Hemos hecho esto porque necesitamos que se represente esa visión sobre una Primera Piedra, y se exhiba en la Rábida, en reemplazo de la estatua del Obispo Macario que custodian los Templarios. La talla se realizará en secreto y, cuando esté lista, vosotros la sustituiréis con la mayor discreción. Se afirmará entonces, con más énfasis que nunca, que la misma es obra del Evangelista, que el propio San Lucas la talló en el siglo I. Es importante que así se haga porque Quiblón, algún día llegará a Rus Baal a confirmar su clave, que será S.A.M., es decir, Shekhinah, Avir, Metatrón, la clave universal del Messiah: por la imagen nueva de la Virgen de los Milagros, él sabrá que allí se manifestará la Shekhinah para dotarlo del Verbo de Metatrón a través de Avir, el Éter. Como sabéis, esta imagen del Árbol Rimmón Sephirótico, simboliza a Adam Ilaah, el Hombre de Arriba, también llamado Adam Kadmon, el Hombre Primordial, es decir, la Forma Humana de YHVH, la cual se reproduce en Adam Harishón, el hombre terrestre. En los frutos del Divino Granado de la Vida están los Diez Nombres-Números arquetípicos con los cuales El adoptó dicha Forma y dio existencia a todos los entes creados. Estos Nombres-Números llamados Sephiroth son el nexo entre la Unidad de YHVH y la pluralidad de los entes: para YHVH, los Sephiroth son idénticos y uno con El Uno; para el Mundo, los Sephiroth son distintos y dan existencia a lo múltiple que constituye la realidad. Visto desde el Mundo, por Nosotros, los Seres Creados, los Diez Sephiroth emanan sucesivamente de El Uno sin dividirlo, y brotan del Árbol Rimmón. El primer fruto es Kether, la Corona de Ehyeh, el Aspecto esencial de YHVH: bajo Kether recién está el Trono de Dios, el Más Alto de la Creación. Kether es el Santo Anciano, attiká kadisha, o más aún, el Anciano de los Ancianos, attiká deatikim. Él se sienta en el Trono y hasta El solo llega Metatrón, quien a veces desciende hasta los hombres, como habló con Moisés en el Sinaí, y los conduce ante el Anciano de los Días. Él es el que dijo a Moisés –“Yo Soy El que Soy”, Ehyeh Asher Ehyeh [Éxodo, 3,14]. El Poder de Ehyeh se extiende directamente sobre los Seraphim o Serafines, Haioth Hakadosch, es decir, Almas Santas, Ángeles Constructores del Universo. De Kether surge el segundo de los Sephiroth, la Sephirah Hokhmah, la Sabiduría de Yah, el Dios Padre. La Hokhmah es el Divino Pensamiento de todos los entes: nada hay que haya existido, exista, o vaya a existir, que antes no estuviese en potencia en la Hokhmah; muchos son los granos de este Fruto, Padre de todos los frutos de la Tierra. Esta misma imagen 151