Mi primera revista Revista | Page 3

Introducción El tema de la educación en sexualidad nuevamente vuelve a estar vigente en la agenda educativa, cada vez más, se escuchan voces que exigen revisarla y presentar nuevas adecuaciones con la finalidad de responder a las nuevas demandas sociales de los educandos que, hay que decirlo, son sujetos sexuales y sexuados con pocas herramientas y conocimientos para vivir la sexualidad de una manera plena. La situación que atraviesa los adolescentes en temas de sexualidad en nuestro país pone al descubierto las contradicciones, paradojas, límites del campo de la educación sexual escolariza. De acuerdo con la (MERCADO, 2018) OCED de los 34 miembros que la conforman, en nuestro país tiene el mayor número de embarazo de mujeres adolescente de las cuales seis de cada 10 tiene tienen alrededor de 14 años; otro dato inquietante señala que la actividad sexual comienza a los 12 años de edad. Nuestro país mantiene una tendencia ascendente de embarazos en adolescentes de acuerdo al Reporte del Fondo de Población de las Naciones Unidas. Claro está que el fenómeno de embarazo en adolescentes es complejo, donde intervienen unas diversas variables, como la familia, la religión la, la zona geográfica etc., empero, el desempeño de las instituciones juega un rol de suma importancia. La secretaria de salud, el CONAPO y desde luego la SEP son las principales de ejecutar programas para atender este tipo de fenómenos, por lo cual, vale la pena, desde sus respectivos campos, realizar una reflexión sobre su postura, desarrollo y trabajo en el área de la sexualidad. La sexualidad humana, como construcción social, está sujeta a interpretaciones sociales, incluso las instituciones funcionan bajo esta lógica, hecho que propicia la producción de significados y enfoques. Sí observamos la historia de la implementación de la educación en sexualidad en nuestro país nos daremos cuenta 3