Mi primera revista REVISTA MILENIO TERMINADA | Page 4
No se han advertido grandes diferencias entre los
diversos grupos, incluso el grupo de jóvenes en
preadolescentes se ha manifestado en esta línea.
Los matices se encuentran en las actividades que
practican y los usos que hacen de Internet y el
computador. En definitiva, parece que la tendencia
es que el computador desplace a la televisión entre
estas
generaciones.
Descripción general de sus prácticas culturales
Según los datos recogidos en la Estadística de
hábitos, prácticas y consumo en cultura 2015-2018
del Ministerio de Educación, las actividades
destacadas en estas dos franjas de edades son
escuchar música, asistir al cine y asistir a conciertos.
La afición por la música, aunque es la práctica
cultural más extendida, es un evidente elemento
diferenciador entre generaciones jóvenes y adultas.
En los grupos de discusión se ha podido constatar
que la escucha de música, también en vivo y los
contenidos audiovisuales, bien a través de la red y,
en menor medida, en las salas de cine, centran la
mayor parte de su consumo cultural. Si
contrastamos los datos de la encuesta con las
respuestas recogidas en los grupos a la pregunta
abierta acerca de sus prácticas culturales más
habituales, llama la atención que apenas mencionan
la música. Quizá esta falta de respuesta podría
deberse a lo interiorizada que la tienen, hasta el
punto de no identificarla como práctica cultural.
Escuchar música es una constante en sus vidas,
casi como respirar. Les acompaña en todo
momento, en todo lugar. Prácticamente todos
afirman escuchar música “todos los días”, “la música
está puesta siempre, esté donde éste”, durante los
trayectos “no salgo de casa sin los audífonos”, en el
auto, mientras navegan por la red, etc.
Otro elemento de interés extraído en los grupos es
que el consumo online de películas, vídeos y series
de TV hace que la asistencia a los cines se haya
visto mermada, a pesar de que la mayoría de ellos
lo considera una experiencia muy gratificante.
Aunque sigue siendo un hábito muy extendido, la
frecuencia de asistencia está disminuyendo. El
coste, la comodidad y la falta de calidad de la oferta
juegan en su contra, según los participantes. Como
información valiosa, uno de los aspectos que
valoran en positivo a la hora de pagar es poder ver
las películas en 3D, quizá llevados por la novedad
del momento.
Esta información coincide en parte con los datos de
la encuesta, en los que se pone en evidencia la
barrera del precio entre aquellas personas que
desearían acudir más. Sin embargo, difieren en
cuanto a la insuficiencia de la oferta, aspecto
remarcado entre los participantes en los grupos y
poco señalado en la encuesta.
Después de realizada esta encuesta nos podemos
dar cuenta de en qué ocupamos verdaderamente
nuestro tiempo y cuáles son las cosas que nos
interesan al parecer hacer con él. Además se puede
notar como afecta en esto las tecnologías, haciendo
nuevas formas de pasar el tiempo de ocio, como por
ejemplo ver series online entre otras. Al fin y al cabo
es importante analizar nuestra cultura juvenil desde
todos los ámbitos para tratar de saber a dónde
vamos y si es malo mejorarlo.
http://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/keb
_kulturkaria/es_boletina/adjuntos/jovenes.pdf