Mi primera revista Macondo, el sueño de Gabito | Page 5

PREFACIO

Hermoso es poder recordar nuestra infancia. Es así como hoy recordamos la infancia de Gabriel García Márquez, una etapa feliz, sana, fundamental en el destino de gabo, vivida en la casa de sus abuelos “su abuelo la persona con quien mejor se entendió y con quien mejor se comunicó”,” la casa de macondo que el denominaba lunática por las numerosas mujeres que lo criaron”, la casa de las mariposas amarillas, actualmente ya restaurada menos la de los vivientes Wuayos, esta sigue intacta.

Al llegar a Aracataca vemos la magia del pueblo de su invención macondo, el creador del realismo mágico,” la casa más que un lugar era un pueblo, la vieja casa de los abuelos, donde tuvo la suerte de nacer”, “recuerdo más vivo en su vida donde todos los días soñaba con ella, como si nunca hubiese salido de esa casa vieja enorme”

Casa donde existió un cuarto que nunca lo dejaban curiosear, por miedo a que quizás dañara algún elemento, pues este cuarto era de san alejo; un día Gabito descubrió que estaban allí setenta bacinillas , una para cada una de las señoritas invitadas por su madre a vacacionar.

La misma casa que lo inspiro a dejar una constancia poética del mundo, una casa grande, con una hermana que comía tierra y una abuela doña Tranquilina Iguaran Cotes que adivinaba el porvenir, con ella descubre como narra una historia, como los Buendía. Y su abuelo el coronel Nicolás Márquez Mejía, la primera persona que le muestra de que esta hecho el mundo.

Es así como la infancia de Gabito hizo la diferencia cultural en Colombia, pues esta fue de gran ayuda para que el escritor Cataquero creara a MACONDO y su realismo mágico