Mi primera revista EQUIPO_2 "los ansiosos del conocimiento" | Page 13
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Consumo Responsable del Tiempo
La postergación voluntaria o involuntaria de responsabilidades que deben ser entregadas en un momento esta-
blecido también es denominada como procrastinación (Arcos, Esperanza 1994). Este fenómeno no es reciente
en el actuar del ser humano; siendo que se registra desde hace muchos años atrás. Es interesante poder percibir
que es una de las debilidades que el ser humano las practica con mayor ímpetu y la vez la menos entendida. El
objetivo del estudio fue determinar el nivel de procrastinación en los estudiantes del Plantel Cuauhtémoc de la
UAEMEX. Se utilizó un diseño no experimental de tipo descriptivo. Instrumentos: Cuestionario de la Procrasti-
nación creado por Ramírez, Tello y Vásquez (2013). Las propiedades psicométricas del instrumento indican que
es válido y confiable. Los resultados evidencian que 33.7% de los estudiantes del Plantel Cuauhtémoc pertenece
al género femenino; de otro lado se aprecia que un 44% de estudiantes se ubican entre las edades de 15 y 18
años respectivamente y quienes presentan mayores niveles de procrastinación. Vivimos en una época donde el
pasar de los días, las horas y los minutos cada vez son más presurosos1, asimismo, los enfoques de la globaliza-
ción y del posmodernismo cada vez más y más van tomando auge siendo así que el tiempo equivale a dinero y
mientras unos luchan por sus objetivos, otros tratan de evitar una situación o responsabilidad, en lugar de hacer
un esfuerzo activo para afrontarla, que ha sido llamado procrastinación, fenómeno con consecuencias negativas
y muy típico en las sociedades industrializadas; tanto, que se le considera un mal moderno (Steel, 2007). El tér-
mino procrastinación se ha presentado con frecuencia a lo largo de la historia, y se lo consideraba como un algo
usual en la conducta humana, y ya tuvo connotaciones negativas en la revolución industrial (Ferrari y Emmons,
1995). Ferrari y Emmons (1995), puntualizan a este como un patrón de comportamiento que se caracteriza por
postergar voluntariamente la realización de responsabilidades que deben ser entregadas en un momento estable-
cido.
Y si la persona sufre de depresión o ansiedad recurrente, tiene más probabilidad de ser más vulnerable a la pro-
crastinación como también puede ser un síntoma de la depresión o la ansiedad y un catalizador de las mismas.
Puede ser una defensa contra un temor al fracaso. Por otro lado, Rothblum (1990), define de forma sencilla la
procrastinación como el acto de retrasar sin motivo alguno una tarea lo que conlleva a la persona a experimentar
sensaciones de malestar, es por tal motivo que las personas evidencian un patrón evitativo frente a las situacio-
nes que implican un alto costo de respuesta o donde evalúan como escasas las posibilidades de alcanzar un buen
nivel de satisfacción en relación con su desempeño. La referencia más antigua relacionada con el significado de
la procrastinación se encuentra en un sermón del siglo XVII, del reverendo Walker, encontrado en los micro-
films de la biblioteca de la Universidad de Ottawa en Ontario, Canadá. Este sermón evidenciaba una conexión
entre la evitación de las tareas, la voluntad y el pecado, pues planteaba que las personas que postergaban las la-
bores lo hacían por su propia voluntad y eran pecadoras, por esta misma razón, al no poder alcanzar sus metas
de santos o doctos1 sino solamente la de mayores de edad (Crane, 1999).
En esta ocasión nos enfocaremos en la aplicación responsable del consumo del tiempo en la vida diaria de los
estudiantes de preparatoria y con más enfoque a los alumnos de la Escuela Preparatoria “Cuauhtémoc”.
Torres (2009, p.95) menciona que: “Actualmente la deficiencia escolar es un problema muy notorio, y su princi-
pal causa es la mala administración del tiempo”. Se puede considerar como obstáculos: el mal hábito de no tener
un listado de actividades a realizar y no darle importancia a nuestras tareas y obligaciones.