Un relato como éste no podría ser narrado sino en primera persona. Aunque su esencia poética esta bien diluida en el transcurso narrativo, apenas hay, sin embargo, construcción objetiva de personajes y argumentos: prima siempre el flujo interior de la conciencia, que va revelando la secreta identidad de personas y cosas al ritmo de la emoción. Las imágenes líricas, a su vez, no son nunca construcciones formales a partir de elementos inmóviles o abstractos o pensados: son imágenes primarias, silvestres, dinámicas, en estado natural.