Mi primera revista APROXIMACIÓN ECFRÁSTICA | Page 20

escribiéndola, es decir, es actor en la trama, pero como escritor de ella es también
espectador de la misma.
En consonancia con lo descrito anteriormente, la siguiente écfrasis, que tiene gran
relevancia dentro de la obra, posibilita que la realidad extratextual sirva de fuente
evidente para la creación de un objeto artístico que únicamente puede existir en la
imaginación:
Y una vez más sintió en el fondo de su corazón brotar, como un surtidor de
agua clara, un tierno sentimiento de gratitud hacia esas profundidades de
la memoria de las que inagotablemente estaban manando sorpresas,
imágenes, fantasmas, sugerencias, para dar cuerpo, escenario y anécdota
a los sueños con los que se defendía de la soledad, de la ausencia de
Lucrecia (340).
En este sentido, la imaginación, el arte, la memoria y el erotismo funcionan en esta
novela como una puerta por la que Rigoberto escapa del confinamiento de su estudio.
“En verdad, aun en sus momentos más puros, su soledad había sido un
desdoblamiento, una cita a la que Lucrecia nunca faltó” (130).
Conclusión
Como se ha observado a lo largo de este trabajo, Egon Schiele y Los cuadernos
convergen en la exaltación que le dan al papel del artista y el arte en la sociedad: el
poder redentor del arte, el arte como refugio, el arte como estímulo de la imaginación.
En esta novela, Vargas Llosa indaga acerca de la creación y recepción artísticas,
construyendo un escenario donde confluyen la literatura y el arte. Contemplar el
mundo no quiere decir en Los cuadernos “ver” el mundo, sino imaginarlo. Se trata de
crear un mundo en el que se materialice el deseo a través del lenguaje verbal. El sujeto
perceptor es entonces, como plantea Riffaterre, un sujeto que contempla e imagina, y
al contemplar e imaginar crea mediante la écfrasis otra realidad (2002: 82)
El poder creador del artista, como se comentó anteriormente, constituye el centro de
la cosmogonía pictórica de Schiele. Rigoberto exalta la imaginación creadora como un
reino en el que habita la libertad. No obstante, Rigoberto es consciente de sus excesos
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