Mi primera revista APROXIMACIÓN ECFRÁSTICA | Page 10
De esta manera, los vasos comunicantes, asociando dos tiempos y culturas diferentes
en una unidad narrativa, permiten a través de la fusión Dánae- Lucrecia, el surgimiento
de una nueva realidad, cualitativamente distinta.
En la subdivisión de este mismo capítulo “La semana ideal” Vargas Llosa utiliza
nuevamente técnica de simultaneidad rítmica o vasos comunicantes al encarnar a
Lucrecia en La Maja desnuda de Goya dentro de otra de sus fantasías basadas en el
adulterio de su esposa. Ahora, entra en escena Modesto, un antiguo pretendiente de
Lucrecia y quien desea cumplir con ella uno de sus deseos más íntimos.
El pasaje, se lleva a cabo simultáneamente en dos lugares, la Suite del Plaza Hotel de
París y el lecho conyugal en Lima. Utilizando una muda temporal, el narrador le da la
voz a Lucrecia para que cuente su aventura erótica, la cual se entrelaza con las
ficciones de don Rigoberto, es decir, se da lugar a la ficción dentrode la fábula: “-Te
amo y te admiro-dijo don Rigoberto, –Te amo y te admiro-dijo Pluto, - Y ahora a
dormir-ordenó doña Lucrecia” (1997:.65)
En este sentido, los relatos analizados proponen uno o varios planos diegéticos donde
tendrán lugar un conjunto de situaciones y acontecimientos. Así pues, en este relato
en particular, don Rigoberto experimenta determinadas sensaciones en el universo
diegético como consecuencia de la forma en que percibe la realidad propuesta por el
relato.
Dentro de este juego representativo que ofrece el narrador, Don Rigoberto se presenta
en las escenas descritas por su esposa como un voyeur, la mirada del deseo se expresa
en el espía que se oculta y observa como los amantes se entrelazan, prolongando la
actividad sexual en las turgencias voluminosas, envolventes y dinámicas de las curvas
de Lucrecia:
En un ambiguo estado en el que la excitación desdecía los celos y ambos se
retroalimentaban, los vio desnudarse (…)y, cuando desorbitado, iba a
encaramarse en una cama en penumbra donde lo esperaba, en lánguida
postura- ´La maja desnuda de Goya`, pensó don Rigoberto, ´aunque con los
muslos más abiertos`-ese cuerpo magnífico...” (1997:71).
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