Mi primera revista ANAQUEL.28.ABRIL.2020 | Page 56
CÓMO HEMOS CAMBIADO
Allí comenzó mi verdadero sufrimiento. Se lo llevaron y no lo volví a ver. No-
sotras estuvimos en una completa y total cuarentena. Nos practicaban test y
seguimientos del virus, pero dimos negativo. Todos los días llamaba al hospi-
tal y estaba considerado como grave. Cuántas noches pasé en vela y cuántos
días sin comer por no dejar a mis niñas solas. Mi abuelito estuvo 17 días lu-
chando la batalla contra el Coronavirus. Pero mientas hay vida siempre hay
esperanzas. Comenzó su cuerpo a responder a los tratamientos favorablemen-
te, poniéndose los doctores y enfermera muy contentos por él. Después de una
semana en recuperación, decidieron darle el alta. Y aquí está, ya lo tengo en
casa.
Soy feliz por él, porque a sus 96 años venció esta pandemia, que muchos no
consiguieron, y ahora se cuida y no quiere salir de casa. Dice que en un peque-
ño tiempo su vida se redujo a nada, que aun
sabiendo que tenía coche no lo iba a volver a
utilizar. El dinero que tenía, ya no lo iba a
gastar. Sus ropas lujosas las cambia por ro-
pas cómodas... Entre muchas cosas, esto es
lo que se puso a pensar mi abuelo. Pero lo
más importante fue que la vida le dio una
segunda oportunidad para estar en su hogar
con lo básico. De este modo, nos da a noso-
tros también una oportunidad para vivir
cuidando de él y de nosotras, su tesoro más
preciado.
Amamos a nuestro querido abuelo Raúl que
venció la Guerra del Coronavirus.
Armando Díaz
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