Mi primera publicacion XI Magazine CTCR_compressed-1 | Page 12

Tecnológicos, que analizan las necesidades y se ponen a trabajar para resolverlas de forma ágil y eficaz. Esa capacidad de acceso a diversos sectores, de reutilizar el conocimiento para impulsar otras tecnologías o de desarrollar productos innovadores en áreas para las que no estaban inicialmente pensadas, es algo característico de los Centros Tecnológicos. Cuántas veces nos ha llegado una empresa con una necesidad y hemos visto que teníamos recursos y conocimientos como para aplicar tecnologías de otros sectores a esa necesidad. La transversalidad de los Centros Tecnológicos es cada vez más una de sus mayores fortalezas, y creo que la están sabiendo aprovechar más y más cada año. En la encuesta anual que hacemos entre los socios de Fedit son cada vez menos los centros que trabajan casi exclusivamente en un sector o una tecnología, y eso dice mucho de su interés por aplicar sus investigaciones en diferentes sectores que pueden compartir necesidades o soluciones. Me gustaría añadir que lo que nos importa en Fedit es que esto se valore desde el sistema de I+D+I y desde la sociedad en su conjunto. Creo que esta crisis ha supuesto también una ventana a que muchas organizaciones descubran las posibles aportaciones de los Centros Tecnológicos, su capacidad de ponerse a trabajar para resolver problemas reales y su empatía con las necesidades de otras entidades con las que pueden cooperar. Y en ese sentido esa reconversión del CTCR que mencionabas en tu pregunta es también una gran oportunidad para ampliar la visibilidad del centro y su potencial para llegar a nuevos mercados. Pero sin lugar a dudas, lo que ha sido genérico para, creo que todos, es la adaptación interna; presupuestos, infraestructuras, medidas de seguridad… un suma y sigue que no ha pasado desapercibido para nadie… Así es. Prácticamente ningún Centro Tecnológico ha parado su actividad, y han mantenido activas de forma presencial actividades de laboratorio consideradas esenciales para el funcionamiento de muchísimas empresas en España (agroalimentación, biotecnología, materiales para envasar, transporte, y tantas otras). Por tanto, esa adaptación, especialmente en materia de seguridad, se ha hecho en muy poco tiempo y, de nuevo, poniendo el bien común por encima de las tentaciones para parar la producción y pensar cómo continuar tras esa adaptación. Para muchos centros quizá hubiera sido más cómodo plantear un ERTE y rediseñar esas medidas internas, pero no lo han hecho. Además, ha supuesto un reto para la transformación digital de cada organización. En eso no somos distintos a muchas otras empresas o centros de 12