Mi primera publicacion TAPA PRENSA RURAL Nº 170 | Page 3
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del 23 al 29 de junio de 2019
EDITORIAL
R
La Tierra no es
infi nita y nuestro
futuro tampoco
esulta oportuno en estos días
en que la celebración del sols-
ticio invernal y la consagra-
ción del Año Nuevo de los
Pueblos Originarios tiende
a mundializarse, al menos en cuanto al
reconocimiento de la importancia cultu-
ral y medioambiental que estas identida-
des ancestrales suponen para la preser-
vación de la biodiversidad, del planeta y
para el futuro de la propia humanidad,
alertar acerca de que el colapso de la Tie-
rra está cada vez más próximo, tomando
en cuenta indicios y datos globales, regionales
y locales. Si bien las alarmas están encendidas
desde hace décadas, el aceleramiento desen-
frenado del cambio climático está provocando
un escenario de verdadero “fi n del mundo” allí
por donde se mire.
Desoladoras imágenes como las de faméli-
cos osos polares muriendo entre bloques de
hielo que se derriten vertiginosamente, o de
los tradicionales perros siberianos que ya no
pueden arrastrar trineos porque su hábitat
en Groenlandia se hace charco ante tempe-
raturas cuatro veces superiores a los regis-
tros históricos, dan vuelta el mundo a través
de los medios internacionales y son apenas
la punta, el indicio, de lo que cada vez más
peligrosamente se avecina para todos y ni
qué decir para las venideras generaciones.
No se trata aquí de atemorizar a la pobla-
ción, sino más bien de advertir y concienti-
zar que, aunque quizás ya sea demasiado tar-
de para revertir el daño que la humanidad le
ha ocasionado a la naturaleza, como asegu-
ran varios especialistas, al menos, quizás es-
temos a tiempo de subsanar algo, de atenuar
efectos, para no implosionar como “civiliza-
ción” y producir transformaciones a futuro.
Porque, como se dice por ahí, “si tiene patas
como un perro, ladra como un perro y pare-
ce un perro, debe ser un perro”. Y sin exage-
rar, a lo que asistimos, se parece mucho al
fi n del mundo.
Esta situación la refrenda sin concesiones
y de manera categórica un informe de Nacio-
“Los patrones de consumo,
producción y desigualdad no son
sostenibles, no habrá mañana
para muchas personas, a menos
que nos detengamos”
identikit
José Aramayo Cruz
DIRECCIÓN GENERAL
[email protected]
Semanario Indígena Originario Campesino
CIRCULACIÓN NACIONAL
FUNDADO EL 3 DE FEBRERO DE 2015
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Víctor Montaño (Santa Cruz)
Gladys Castro (Potosí)
Víctor Claure (Chuquisaca)
Rodolfo Meyer (Tarija)
Walter Avendaño (Guayaramerin)
Willy Roca Ramos (Riberalta)
Juan Santos Cruz (Pando)
nes Unidas titulado “Perspectivas del
Medio Ambiente Mundial”. Allí se da
un alerta claro y contundente: el plane-
ta se dirige hacia el colapso climático,
sanitario y social, aunque resaltó una
posible solución si se redujeran las emi-
siones de gases de efecto invernadero,
disminuyeran los niveles de consumo,
y se protegieran el agua y la biodiver-
sidad porque, según Joyce Msuya, di-
rectora de ONU Medio Ambiente, “los
patrones actuales de consumo, produc-
ción y desigualdad no son sostenibles,
no habrá mañana para muchas personas, a
menos que nos detengamos”.
Las cifras son escalofriantes: nueve millo-
nes de personas mueren cada año por conta-
minación del aire y el agua; desde 1970 desa-
pareció el 40 por ciento de los humedales y se
redujo un 60 por ciento la población mundial
de vertebrados; desde 1880 la temperatura au-
mentó entre 0,8 y 1,2 grados centígrados y, en
la última década, se produjeron ocho de los
diez años más cálidos de la historia; la tem-
peratura del Ártico aumentará entre 3 y 5
grados para 2050, situación que “devastará”
la región y elevará el nivel de los océanos; las
tierras en peligro de degradación abarcan el
29 por ciento mundial, donde habitan 3.200
millones de personas; 2.300 millones de per-
sonas (uno de cada tres habitantes) no tienen
acceso a servicios de saneamiento adecuados;
y un lamentable y larguísimo etcétera.
Por último, las conclusiones son concre-
tas: “Las actividades antropógenas (huma-
nas) han degradado los ecosistemas y soca-
vado los cimientos ecológicos de la sociedad.
El cambio climático pone en peligro los me-
dios de subsistencia, agudiza la pobreza, la
migración y afecta a las poblaciones vulne-
rables”. De allí el rol clave de pueblos origi-
narios y movimientos campesinos, como la
Vía Campesina, que desde hacer décadas re-
futa el supuesto argumento de las multina-
cionales del agronegocio acerca de que son
necesarios más alimentos para la creciente
población, porque el problema no es la falta
de alimentos, sino su injusta distribución: el
33 por ciento de los alimentos se pierden o
desperdician y el 56 por ciento de esas pérdi-
das suceden en países desarrollados.
Pongamos en perspectiva las capacidades
y virtudes de esta Bolivia pujante con toda su
riqueza cultural en un contexto nada alenta-
dor, con un Bolsonaro en Brasil dispuesto a
saquear lo que queda de Amazonas, lo mis-
mo en Colombia y Perú, o un Paraguay y nor-
te argentino que tienen de los peores índices
mundiales en cuanto a desmonte. Se trata de
estar más que alertas.
Luis Vargas
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