Mi primera publicacion TAPA PRENSA RURAL Nº 170 | Page 12

12 del 23 al 29 de junio de 2019 Accesibilidad no es siempre inclusión educación La existencia de centros en el área de infl uencia de los pueblos ori- ginarios no necesariamente signifi ca su inclusión en la Educación de Personas Jóvenes y Adultas. PANORAMA HISTÓRICO, ACTUALIDAD Y DESAFÍOS Políticas Sociales en Bolivia (I): Educación de adultos Salud, Producción, Educación son algunos de los temas abordados a partir de esta nueva serie que trata de refl ejar las condiciones estructurales y la situación pre- sente de la problemática social. Los índices de alfabetización han mejorado de manera notable en Bolivia. Nancy Jiménez Paco Desde hace algún tiempo, la educación en general y la edu- cación de jóvenes y adultos en particular han ocupado un lu- gar preferente en la agenda de los encuentros de los gobiernos e instituciones internacionales. Así, se ha abierto un espacio de debate y compromisos que ha influido en la organización y de- sarrollo de programas educativos en muchos países. Ese cambio infl uyó en la ex- tensión que hoy tiene el siste- ma educativo y en la reducción del analfabetismo en Bolivia. A principios de los años ‘50, el 89% de los campesinos eran analfabetos y apenas un 17% de la población en edad escolar asistía a la escuela. El Código de la Educación Boliviana, sancio- nado como ley el 19 de octubre de 1956, es un documento de gran empuje renovador, inspi- rado en las corrientes revolucio- narias del momento. En 10 años se multiplicaron por tres las es- cuelas, el número de alumnos y de maestros. Las escuelas, cons- truidas con adobes por las pro- pias comunidades, eran magní- fi cas y aptas. El impulso político de las bases fue la clave de este avance. Los indicadores de educación muestran todavía importantes brechas de género en la pobla- ción adulta. El menor acceso de ÁREAS CENTROS SUBCENTROS TOTAL Urbana 3.639 324 3.963 Rural 636 1.252 960 4.215 616 TOTAL 4.255 Fuente: Centros y Subcentros de Educación Alterna- tiva 2017. las mujeres, así como el aban- dono escolar temprano, han es- tado tradicionalmente relacio- nados con la preferencia de la familia por la educación de los hijos varones y la obligación de realizar las tareas domésticas por parte de las niñas, así como con los contenidos discrimina- torios en los textos escolares y el currículo oculto. Como se observa, la pobla- ción adulta participa en su ma- yoría en la Educación Técnica de Adultos, como en temas de repostería, corte y confección, peluquería, electricidad, elec- trónica y otros. Las mujeres ac- ceden en mayor porcentaje a los centros de Educación Alter- nativa. El 57,12% de los partici- pantes son mujeres y el 42,88% varones. Del conjunto de mu- jeres participantes, el 75% son mujeres de las zonas urbanas y el 25% corresponden a zonas rurales. Los pueblos originarios del Oriente tienen muy pocos cen- tros en los territorios donde viven. Los pueblos Guaraní, Chiquitano y Ayoreo cuentan en sus territorios con estable- cimientos para la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, pero con una pequeña cobertu- ra. El resto de pueblos dispersos en amplios territorios casi no tienen centros cercanos. Por otro lado, los problemas económicos dominantes para mujeres y hombres de zonas urbanas y rurales son determi- nantes para el abandono de la formación secundaria. Los pro- blemas familiares son, para las jóvenes urbanas y rurales, la se- gunda razón del abandono es- colar, entre cuyas causas más frecuentes se encuentran el tra- bajo doméstico, el embarazo y la maternidad. La falta de establecimien- tos educativos para los jóvenes hombres y mujeres del área ru- ral es un problema estructural de la educación de nuestro país. Las difi cultades estructurales refl ejan la exclusión social y la dependencia, que se manifi es- tan en las enormes brechas de la desigualdad entre pueblos originarios y grupos con po- der social y económico, ciudad - campo, y hombres - mujeres; así como en los exagerados re- tos numéricos y territoriales de la cobertura educativa, en la escasez de recursos materia- les y humanos en los centros, etcétera. No obstante, se observa una presencia y un peso cada vez mayor de la Educación Técnica en el subsistema, con una ele- vada proporción de inscritos/as a pesar de la escasez de medios en este sector de la enseñanza y el costo elevado de sus dota- ciones, que refl eja el impulso de una demanda social y comuni- taria creciente. Este fuerte aumento de la educación productiva es más signifi cativo en cuanto se pro- duce en un marco de fuertes li- mitaciones referidas a medios y costos, ya que este tipo de edu- cación requiere herramientas e instrumentos más comple- jos, así como de una constante renovación tecnológica, lo que acrecienta sustancialmente los costos. Esto continúa por fuera de las posibilidades de las ense- ñanzas primaria y secundaria, donde el gasto más elevado co- rresponde al de la dotación de maestros con niveles de forma- ción adecuados.