DEL LIBRO FARO
DESNUDO
NOCHE EN BOJAYÁ
Al sur del Darién
los hijos de la tierra
observan, respiran, se estremecen,
en una pequeña iglesia, el miedo
y la zozobra también.
Se quita el ministro los hábitos;
tiene la cara pálida y fría.
De pronto…
¡ Un estruendo
infernal!
¡ Decenas de voces
de mulatas como en parto
derrumban las paredes!
Fuego, lluvia;
Negros se vuelven los dientes,
de llanto se tiñe la brisa…
Una muñeca de trapo
en el altar…
Una puerta tendida en el suelo…
Lágrimas con olor a ceniza…
Árboles de selva húmeda…
Ríos en duelo…
Cuentan la historia
mientras llora un niño.