Mi primera publicacion Revista Volumen 3 | Page 10

DEL LIBRO FARO DESNUDO                                           “No sé por qué guardo entre los pasos                                         La absurda esperanza de encontrarme”                                                                            Germán Villamizar VENGO DEL SILENCIO de las hojas, de la ausencia de los ríos, del lugar olvidado por los hombres donde sólo habita la sombra de los árboles. Vengo de la estancia donde el zumbido de las ramas es nuestra memoria, nuestro ruego a la Luna. Vengo de la más profunda entraña de esa tierra que se traga los habitantes a su paso: No hay tiempo para llorar en el campo cuando la única arma es el arado. Crecimos con las plantas y la higuera no da frutos. Nuestros nombres están escritos en los peñascos y nadie nos recuerda. La lluvia, que nos arrulló tantas veces, no da testimonio de nosotros, ni siquiera una gota de rocío se posa en nuestra huella. La única esperanza es arar, arar, arar una tierra que no nos merece. Vengo del lugar donde las manos son el testimonio de la vida: Gramo a gramo las cosechas dieron forma a nuestra piel y las aves son la voz de los que partieron volando entre bramidos. Recuerdo a la abuela diciéndome: “Esas son las lágrimas de Dios cuando caen al suelo”. Tengo pocos años y menos heridas que las que tenía papá cuando lo enterramos, pero sé muy bien que las lágrimas no son destellos de fuego entre cortinas de noches y cenizas y cuerpos al viento. Las lágrimas de Dios no pueden ser ese mismo vacío que son las nuestras. Vengo del silencio de las hojas, de la ausencia de los ríos. No sé para donde voy. Antes de ir al cielo, mamá me dijo como pasar el semáforo como estar solo, pero no recuerdo cómo hacerlo.