UNAD
El hombre cuando quiere se superar y debe enfrentar obstáculos pero al mismo tiempo llevar cargas que lo ameriten su buenas intenciones de cambios, permiten valorar su mundo a través de esfuerzos, de engaños como parte de la cotidianidad, pero la molestia radica básicamente que la realidad de los valores genera un continuo descontento de los hombre por lo que son y por lo que tienen. Frente a un modelo ideal ninguna acción parece ser por completo buena o digna de ser considerada valiosa, acentuándose la distancia entre los valores, como conceptos ideales y los hechos que nos muestra la realidad actual. Además es incongruencia entre valores y hechos generan sufrimiento. Pues cuando decimos que las cosas “deben ser”, simplemente expresamos nuestro deseo de cómo queremos que sean y, en la medida en que los hechos no se acoplen a nuestros deseos, nunca ninguna acción nos va a satisfacer. Más sin embargo como seres humanos somos tan desprendidos que nos transformamos de espíritu, de crear valores propios y ser fiel a la vida, sin permitir que cualquier abstracción de la razón le distraiga de lo que le dicte su instinto y sus pasiones. Ser quien viva de acuerdo a su querer, sin importar lo que digan o lo que piensan los demás.
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