Mi primera publicacion REVISTA SENTIDOS | Page 17

SENTIDOS época de los 80. Sin embargo, madres como ‘mamá Angélica’ se juntaron y caminaron, muchas hasta el día de hoy, agarradas de la mano con una mirada mustia, una fricción en la voz y un tiriteo en la garganta, en marcha de un solo grito: Justicia por sus hijos, por los desaparecidos. ANFASEP es reconocida internacionalmente por ser una de las primeras organizaciones que se levantó contra el CAI y lucha por el respeto a los Derechos Humanos. Es gracias a ANFASEP que, más adelante, otras organizaciones fueron creadas para exigir verdad y dar cara por las víctimas. Estás madres ahora caminan lento, sus pasos se vuelven más suaves que una brisa de verano, y sus pisadas son huellas del dolor de una pérdida. Algunas ya no están aquí. Los años no pasan en vano y menos para mujeres luchadoras, madres con un corazón enorme, personas que nunca debieron pasar por esto, sin embargo sucedió. Y en el país se ha mostrado más interés a noticias, casos, hechos, de fondo amarillo que a las miles lágrimas que hacen memoria tras años y años de búsqueda. Mamá Angélica obtuvo la Medalla Defensoría del Pueblo por su lucha inquebrantable en la búsqueda de verdad y justicia, lo cual fue determinante para impulsar políticas vinculadas a la problemática de las personas desaparecidas en el periodo de violencia política en el país. Aunque quizá su mayor logro haya sido la lección que dejó a todos quienes la conocieron: ser capaz de poder dar amor y ternura, a pesar de tanto dolor. Luego de más de 30 años de incansable búsqueda, encontró una tardía justicia con la sentencia de dos mandos militares a penas de 25 y 30 años de prisión. Sin embargo, ‘Mamá Angélica’ falleció a los 88 años sin lograr encontrar e identificar los restos de su hijo. En la actualidad ANFASEP cuenta con más de 200 miembros, entre ellos madres, esposas y familiares de personas desaparecidas durante el periodo de violencia interna que vivió el Perú entre 1983 y el 2000; ellas mantienen vivo el compromiso de lucha de las mujeres peruanas en búsqueda de paz, verdad, justicia e igualdad. Fuente: “El pescador de mentes” de Christian de Selys. 17.