OPORTUNIDADES EN LA CADENA LOGÍSTICA DE LA INFANTERÍA DE MARINA MEDIANTE
IMPRESIÓN 3D
Según explica Derek Brahney en su
investigación para el MIT Technology Review
“TR10: Impresión de Metales en 3D” las
empresas de start-up, Desktop Metal y
Markforged ya a fines de diciembre del año
2017, han logrado con el método PBF, crear
piezas más ligeras, fuertes y con formas
complejas, imposibles de lograr con los
métodos convencionales de fabricación de
metales. Debe ser tenido en cuenta, como
un hecho de gran relevancia, que las mismas
fueron homologadas por el Laboratorio
Nacional Lawrence Livermore (EE. UU.)
anunciando que habían desarrollado un
método de impresión 3D para crear piezas de
acero inoxidable el doble de resistentes que
las que producen por métodos convencionales.
Asimismo, General Electric ha lanzado
recientemente una nueva impresora para
tecnología PBF que supera las limitaciones
que se tenían respecto a los tamaños,
permitiendo imprimir piezas de hasta un
metro de diámetro, lo cual hasta la actualidad
representa un salto cualitativo en las
limitaciones que se planteaban para el empleo
industrial a escala de esta tecnología.
Imagen 7: Diagrama por partes Fusil M16 A2.
Caso particular de estudio
Siendo que se trata de un producto que se
destaca por su flexibilidad y adaptabilidad a
las necesidades del usuarios, la intención,
como fuera planteada desde un principio,
es analizar el mismo para el caso particular
de la Infantería de Marina, siendo que sus
aplicaciones podrían ser tan variadas que
el análisis se dispersaría en dimensiones
inmanejables, dadas las ventajas que podría
tener tanto para la Aviación Naval como para
el Servicio de Sanidad Naval, por el solo hecho
de mencionar dos simples ejemplos.
Por este motivo y para el caso hipotético
de análisis, se plantea un caso único de
referencia sobre el cual se realizará el análisis
de posibilidades, el cual dependiendo de las
conclusiones podría permitir extrapolarlo a
otras posibilidades de aplicación.
Supongamos que se lleva a cabo el desarme
completo de un fusil Colt M-16 A2, (Imagen
7) orgánico de las Unidades de Infantería de
Marina. Para el caso general, el mismo podría
tratarse indistintamente de una Ametralladora
MAG 7,62mm o bien el motor de camión AM 35.
En este sentido, cada pieza escaneada
representaría un archivo formato SLT y sería
archivado dentro de una carpeta digital, en
el escritorio de la computadora del pañol de
mantenimiento de armamento de la APSC
Cada pieza sería identificada, representando
todas las partes del fusil, por lo tanto en caso
de inconvenientes con cualquiera de ellas, ya
sea el daño por rotura o desgaste del material,
el mecánico armero solo debería solicitar la
impresión de esa pieza.
Claramente cada pieza es específica y de
un material de características propias de la
función para la cual fue concebida en su diseño.
Este aspecto de análisis, nos permite ampliar
el concepto general de las posibilidades y
flexibilidad que presenta la impresión 3D al
permitir imprimir piezas, no solo en distintos
tipos de materiales como ser plástico, fibra de
carbono, vidrio, cerámico, aleaciones de metal
y distintos tipos de metales, sino que también,
una amplia gama de polímeros que por sus
características resultan adaptables en dureza,
resistencia al calor y al impacto.
Claramente se plantea un cuello de botella
respecto de las barreras a superar con el
tiempo y avance de esta tecnología. Este
aspecto es la certificación de los materiales
en relación a la calidad de los metales, donde