Mi primera publicacion Revista de Evolución | Page 24

Cuando surge un hallazgo importante en el campo de la evolución humana o incluso un hallazgo menor-, es corriente afirmar que la novedad echa por tierra todos los conceptos anteriores sobre nuestros antepa sados. Quizá porque ha aprendido de los errores del pasado, Berger no ha dicho nada parecido respecto a Homo naledi, o al menos no todavía, mientras su datación sigue siendo incierta. No asegura haber encontrado al Homo más antiguo, ni ha afirmado que sus fosiles devuelven al sur de Africa el titiulo de cuna de la Humanidad que le había arrebatado África oriental. Sin embargo, los fósiles hacen pensar que ambas regiones todas las intermedias pueden albergar las claves de una historia más compleja de lo que sugiere la metáfora del «árbol genealógico humano».

El propio Berger cree que la metáfora correcta para la evolución humana, en lugar de la de un árbol que se ramifica desde un tronco único, es la de un rio trenzado, una corriente que se divide en canales que vuelven a confluir más adelante. De igual modo, los diversos tipos de homininos que habitaron los paisajes de Africa debieron de divergir en algún momento de un ancestro común, pero quizá más adelante volvieron a converger, de manera que nosotros, en la desembocadura del rio del tiempo, llevamos dentro un poco del Africa oriental, un poco del Africa meridional y una gran parte de la historia que ignoramos por completo. Porque una cosa es segura: si hemos hallado una variedad nueva dehominino solo porque dos espeleólogos eran lo bastante delgados para pasar por una grieta de una conocida cueva sudafricana, no podemos ni imaginar lo que aún queda por descubrir.

por mucho que creamos que el registro fósil es lo bastante completo para delinear una historia, en realidad no lo es.

afirma Fred Grine, de Stony Brook. Quizá las primeras especies de Homo aparecicron en el sur de Africa y migraron después al este del continente. O tal vez sucedió lo contrario.

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