Mi primera publicacion Obesidad Infantil en Puebla | Page 10
Alethea De Stefani Valle
Según la clase social se detectaron diferencias en el consumo de alimentos: las
clases desfavorecidas consumen más embutidos, pollo y alcohol; las clases
elevadas consumen más carne roja, fruta, verdura, leche y quesos.
El menor nivel educativo de la madre se asocia a mayor consumo de carne,
embutidos, golosinas, dulces, aperitivos y refrescos. Es decir, se ingieren más
calorías y su distribución es más desequilibrada.
El ambiente que favorece la obesidad incita la ingesta energética excesiva y
desanima a realizar una actividad física adecuada, con un balance energético
positivo, cuyo exceso se acumula en forma de grasa.
Se tiende a consumir más energía de la necesaria, en nuestra sociedad se celebra
todo (nacimientos, bautizos, éxitos...) con grandes comilonas, y se empieza desde
la niñez, llevando a los compañeros grandes bolsas de chuches para celebrar los
cumpleaños. Hay mayor disponibilidad de alimentos, con menor coste, muchos
densos en energía, generalmente ricos en grasas y pobres en agua y fibra, bebidas
con alto contenido en azúcares, y las raciones tienen mayor tamaño.
Los niños a través de la televisión
reciben información errónea sobre
alimentación. La comida se ha
convertido en un premio y en
moneda de cambio para obtener
beneficios. No hay tiempo para
comer en familia y cada uno come
viendo la televisión. Una revisión
sistemática evaluó la fuerza de la
evidencia
científica
de
la
características de la alimentación, y
clasificó
como
fuertemente
implicados en la etiología la elevada ingesta de alimentos densos en energía, como