MUSEO DE LA PASIÓN
WALT DISNEY
La llegada del sonido supuso una revolución en el mundo de la
animación y su rápida utilización posibilitó el triunfo de Walt Disney
sobre sus competidores.
Atrás quedaban los tiempos de los pioneros como Winsor Mc Cay que
asombró al mundo en 1914 con “Gertie el dinosaurio” y de Pat
Sullivan y Otto Mesmer con el popular Gato Felix.
Walt Disney barrió con su Mickey Mouse dibujado por Ub Iwerks y
con sus Sinfonías Tontas, con el uso pionero del technicolor con
“Ärboles y flores” (1932) y con su gran éxito de “Los 3 cerditos”
(1933).
Disney sabía muy bien que triunfa el que llega primero y por ello
acogió inmediatamente todas las innovaciones. Tras hacer el primer
dibujo animado sonoro y el primero en Technicolor realizaría en
1937 el primer largometraje de dibujos animados: “Blancanieves y los
siete enanitos” para el que diseñaría la cámara multiplano que
permitía crear ilusión de profundidad en los dibujos en movimiento.
Siguieron “Pinocho” (1939), “Fantasía” (1940), primer largometraje
con sonido estereofónico, “Dumbo” (1941) y “Bambi” (1942).
Sus producciones eran cada vez más ambiciosas y costosas, los
sueños de Disney iban en aumento
Pero una huelga en 1941 y la entrada de EEUU en la Guerra Mundial
supusieron la pérdida de los mercados europeos, fuertes cambios en
la producción de los estudios y una crisis que Disney nunca logró
superar.
WALT DISNEY CORTOMETRAJES (1929/1966)
WALT DISNEY WORLD WAR II
WALT DISNEY LARGOMETRAJES (1937/1967)
Tras varios años de realización de películas con piezas cortas, Walt
Disney volvió al largometraje en 1950 con “La Cenicienta” (1950),
“Alicia en el país de las maravillas” (1951) y “Peter Pan” (1953) que no
aportaban grandes novedades.
Un último intento por continuar con su estilo “clásico” será su primer
largometraje en Cinemascope: “La Dama y el Vagabundo” (1955)
Pero el éxito de nuevas productoras de animación como UPA con
nuevos estilos obligó a Disney a renovarse para poder competir con
el talento de genios como John Hubley y su oscarizada “Rooty Toot
Toot”
Nuevos creadores como Edvin Earle, Tom Oreb o Walt Peregoy
encauzaron un cambio de estilo, seguido por artistas clásicos de
Disney como Ward Kimball o Ken Anderson.
Estos cambios se hicieron sentir en “La Bella Durmiente” (1959), una
superproducción en 70 milimetros que temáticamente era un remake
de
“Blanca
Nieves”.
Disney la consideraba su gran obra aunque no tuvo el éxito que
esperaba.
Pero la película que supuso la auténtica revolución y renovación del
estilo
Disney
fue
“101
Dálmatas”
(1961).
Ken Anderson, Tom Oreb, Bill Peet, Ernie Nordli y Walt Peregoy fueron
los responsables de un nuevo estilo inspirado en el caricaturista
inglés Ronald Searle.
Su éxito fue enorme.
A ello contribuyó un nuevo invento revolucionario puesto en marcha
por Ub Iwerks con la casa Xerox.